Una tormenta huracanada deja cuantiosos daños en viviendas, comercios y campos de Tamarite

Descargó entre 30 y 50 litros en apenas quince minutos y vino acompañada de vientos de 100 km/h.
El alcalde Francisco Mateo pedirá ayudas para resarcir a los vecinos afectados

Los vientos huracanados arrasaron los huertos y provocaron graves daños en las plantaciones frutales.
Una tormenta huracanada deja cuantiosos daños en viviendas, comercios y campos de Tamarite
C. S.

Una turbonada (tormenta huracanada) que dejó entre 30 y 50 litros por metro cuadrado en poco más de 15 minutos, ingentes cantidades de granizo,  rachas de viento que superaron los 100 kilómetros por hora y abundante aparato eléctrico sacó a los tamaritenses de la cama en la madrugada del viernes para achicar agua de sus viviendas y locales comerciales.


Un buen número de vecinos, incluido el alcalde, Francisco Mateo, la brigada municipal, Policía Local y demás servicios de emergencias, pasaron toda la noche yendo de un lado para otro intentando evaluar la magnitud de lo que acababan de sufrir. "Creo que no debe haber una sola casa en el pueblo en la que no haya entrado agua", comentó Mateo, quien aseguró que pediría a las administraciones ayudas para paliar los daños, que aunque todavía están por cuantificar pueden sumar decenas de miles de euros. Una mujer y su hija, atrapadas

El peor trago por las inundaciones que causó la tormenta se lo llevaron Yolanda Grau y su hija de 12 años, Belén García, ya que cuando se disponía a abrir las puertas de los bajos de su casa para dar paso al agua que se acumulaba oyeron un crujido y justo tuvieron tiempo de subir al segundo piso del edificio, donde tienen su vivienda, antes de que uno de los tabiques del patio de entrada se viniese abajo por la presión del agua acumulada tras él. "Salimos al balcón con mi hija y cuando tuve cobertura en el móvil llamé pidiendo ayuda", explicaba ayer Yolanda aún con evidentes signos de ansiedad. Confesó que no durmió en toda la noche, a pesar de que una vecina las acogió después de ser rescatadas por los bomberos. 


Su vivienda está en la plaza Mayor, de donde parte la calle Obispo Miranda, en el casco antiguo, una de las más afectadas. Los dueños de los comercios de esta calle despachaban ayer con profundas ojeras, como Mamen Bardají Arias, propietaria de Carnicería Arias, que acumuló hasta medio metro de agua en el obrador. 


Sin embargo, el agua que se coló a través de tejados, puertas y ventanas, sobre todo porque la gran cantidad de granizo que dejó la tormenta atascó las bajantes de los tejados, no fue lo peor.  Carrozas de fiestas destrozadas

El meteoro que más daños causó fue el viento huracanado que azotó pueblo y terreno circundante. Las rachas fueron fan fuertes que derrumbaron la nave de la brigada municipal, situada en el extrarradio, donde estos días se guardaban tres de las carrozas que debían desfilar mañana domingo con motivo de las fiestas patronales. Sobre la una de la madrugada dejaban el almacén los últimos peñistas, ultimando detalles para el desfile. Media hora después, el aspecto del recinto era el de un edificio bombardeado. 


Armando Florences, presidente de la Asociación Interpeñas de Tamarite, explicó que una de las carrozas era de Alma Literana, otra propia y la tercera del Ayuntamiento para los representantes de la Juventud. Tras una asamblea de urgencia, los tres colectivos decidieron salir igualmente a desfilar, pero explicando de algún modo el trabajo que han perdido, "porque llevábamos un mes y medio aquí trabajando, para que en diez minutos se vaya todo al garete", lamentó Florences. 

El viento también se llevó por delante huertos, árboles de todas clases, incluso centenarios como el nogal de Mariano Blanc, tejados enteros de almacenes e invernaderos. Además, fue uno de los elementos que más daño causó en las plantaciones de frutales, donde quedan por recolectar las manzanas y algo de melocotón.Daños en 2.000 hectáreas

Allí donde tocó la tormenta, más del 30% acabaron en el suelo y en su caída provocaron daños a las que aguantaron, según comentaba José Florences, fruticultor de la zona. El sindicato agrario UAGA cuantificó daños en unas 2.000 hectáreas de cultivo, pertenecientes a las localidades de Alcampell, Altorricón, San Esteban, Albelda y Tamarite de Litera, donde el granizo también arrasó cultivos de maíz de segunda cosecha, "que no es posible asegurar por estar cerrado el plazo desde el 30 de junio", denunciaron. Reivindicaron a Agroseguro "la rápida peritación de los daños a los agricultores afectados. A una difícil campaña, por la crisis de precios de la fruta, se suma este desastre para los productores, que exigirá hasta la reposición de árboles".


El pueblo de Tamarite se volcó, como destacó el alcalde, en las tareas de limpieza de la localidad que ayer comenzó sus fiestas patronales y lo hizo poniendo buena cara al mal tiempo, ya que no se suspendió ni la salida de los gigantes y cabezudos, que tuvieron que competir con las brigadas de limpieza. Hoy, continuarán los festejos, si el tiempo lo permite.