El escape de gas causado por la rotura de una tubería en el tramo del Coso Alto en obras provocaba pasadas las 13.00 de este viernes el desalojo por parte de la Policía Nacional y Local de decenas de personas de los comercios y edificios públicos, entre ellos, Correos y los Juzgados. Los agentes instaron también a abandonar la zona a toda prisa a los numerosos peatones que la transitaban en ese momento antes de acordonarla. La operación, que ha precisado la intervención de los bomberos y Protección Civil, ha provocado además el desvió del tráfico rodado de la plaza de López Allué y la calle Miguel Servet. La vía dañada se encontraba próxima al antiguo edificio de Tabacalera, en el extremo de las obras próximo a la calle Moya.

Como ha explicado el jefe del parque de bomberos de Huesca, José Luis Rivas, el aviso lo han dado los propios obreros que se encontraban trabajando en ese momento en la zona. “Una vez se ha cortado el suministro de la tubería pinchada, se ha procedido a la revisión de los comercios y edificios”, relataba Rivas. Cuando se ha confirmado, añadía, “que no había ningún problema por acumulación de gas”, se ha permitido el acceso a viandantes y trabajadores. La operación ha durado algo más de media hora, tiempo tras el cual se ha renovado el suministro. Han intervenido también los operarios de la empresa Oscagás, que han sido los encargados de cortar la llave de paso para detener la fuga y que se encontraba “a unos cuarenta o cincuenta metros” del lugar de los hechos.

Entre los desalojados podían verse caras de alarma, aunque también de preocupación y en algunos casos, de indignación. “La cuestión es que no ha avisado nadie. Una de las comerciantes ha oído el escape, nos ha ido avisando y hemos ido saliendo todos. Y ahora es cuando la Policía está llamando al resto”, relataba, Pilar Sarrat, una de las comerciantes de la zona a los pocos minutos de producirse los hechos. Como ha explicado, “hacía ya un rato” que se escuchaba el sonido de la fuga, pero hasta que no hemos oído las sirenas no sabíamos lo que pasaba”. Pide por ello que se les avise con una mayor prontitud, dado que es ya la segunda vez que sucede un hecho similar en los últimos días.

“Se podía escuchar el ruido del escape”

“Ha venido primero la Policía Local, después los bomberos y nos han dicho que cuanto antes, desalojáramos nuestros locales y así hemos procedido, la mayoría con nuestros trajes de trabajo, pero hemos obedecido, era lo que había que hacer”, relataba una vez “pasado el susto”, Vicente Ascaso, otro de los comerciantes de esta céntrica zona de Huesca. “El escape se podía escuchar perfectamente a 50 metros, pero tanto los bomberos como la Policía han actuado muy rápido y han estado al tanto de todo”, añadía. Coincidía con su compañera al asegurar que ya se produjo un suceso similar “hace unos 20 días, aunque sin tanta alarma alguna.

Rafael Otal se encontraba, por otra parte, en una de las oficinas de la zona cuando se ha producido el desalojo. “He salido a la venta a ver qué pasaba y enseguida me han gritado los agentes que volviera a entrar”, relataba este vecino de Huesca. Como ha explicado, “se ha escuchado el ruido del escape y todo el mundo ha comenzado a ponerse nervioso”. El afirma que ha conseguido mantener la calma ya que “el gas, si no está comprimido no explota, se va al aire”.

Pasadas las 13.30 se procedía a desacordonar la zona. Primero se ha permitido el paso de los comerciantes, algunos de los cuales habían dejado alguna tarea por finalizar en sus establecimientos. Más adelante han podido pasar también los viandantes y el centro de Huesca volvía a la normalidad.