La amenaza de cierre vuelve a planear sobre el aeródromo de Santa Cilia por falta de carburante

Un acuerdo entre la DGA y el aeroclub Nimbus evitó su clausura en abril, pero ahora la imposibilidad de almacenar combustible complica la prestación de servicio a los clientes.Turismo recalca que sigue abierto pero admite el problema de repostaje de la remolcadora

Instalaciones del aeródromo de Santa Cilia.
Instalaciones del aérodromo de Santa Cilia en una reciente imagen

El 30 de abril fue la fecha que fijó el Gobierno de Aragón, apenas 14 días antes, para el cierre del aeródromo de Santa Cilia, tras tomar la decisión de sacar a concurso público su gestión. Un acuerdo en el último momento con el aeroclub Nimbus, con sede en las instalaciones, evitó el desenlace a pesar de que ya se habían anulado las reservas de los clientes que eligen el Pirineo para practicar vuelo sin motor en montaña. Ahora, después de haber recuperado el 80% de las mismas, la falta de permisos para almacenar combustible en las instalaciones puede forzar al cese de la actividad mientras se publica y resuelve la convocatoria, ya que la intervención del aeroclub es temporal.


Esta es la alerta lanzada por el portavoz de Nimbus, Luis Ferrera. Sin embargo, desde el Gobierno de Aragón recuerdan que "el aeródromo sigue abierto y el aeroclub ofreciendo los servicios". No obstante, admiten que hasta que no se cambie de nombre y acabe el proceso administrativo, Turismo de Aragón, propietaria de las instalaciones, "no puede dar suministro a las avionetas". Las pistas, propiedad del Gobierno de Aragón, estaban gestionadas por la sociedad Aeronáutica de los Pirineos S. A. (Apirsa), que se acordó liquidar, para pasar a Turismo de Aragón. No obstante, esperan que se solvente en una semana.


"Hay un riesgo real de tener que volver a parar la actividad. Si no se soluciona, es complicado seguir porque estamos trabajando por encima de costes", explica el portavoz del aeroclub Nimbus, Luis Ferreira, que se encarga de prestar servicio. No es que el problema haya surgido ahora, sino que cuando asumió la continuidad ya sabía a qué se enfrentaban, pero se esperaba que en una semana quedara solventado.


La situación actual es que el aeroclub Nimbus no puede repostar ni almacenar combustible en el depósito existente en las instalaciones, propiedad de la empresa pública Turismo de Aragón, por la falta de permisos. De hecho, se da la paradoja de que no pueden utilizar ni siquiera el que ya está guardado desde antes de la amenaza de clausura. De este modo, Ferreira se ve obligado a desplazarse con la avioneta remolcadora hasta Pamplona. "De las cuatro horas de autonomía que tiene el avión, una me la tengo que gastar en ir y volver", explica, por lo que inicialmente podía ser una solución temporal pero ahora es una rémora. No obstante, "entendemos que hay buena disposición por parte de la consejería y que se va a trabajar", comentó el portavoz de Nimbus, aunque la solución no parece fácil. Además, está a la espera de conocer el pliego de condiciones. Según el Gobierno de Aragón, se publicará en breve en el Boletín Oficial. No obstante, la DGA también resta importancia al hecho de que tengan que ir a repostar a Pamplona porque es algo temporal.


Al problema del combustible se une el hecho de que el aeroclub solo puede utilizar su propia avioneta remolcadora, mientras en los hangares se encuentran estacionadas las tres que son propiedad del Gobierno de Aragón. Es el material con el que se prestaba servicio a los clientes hasta el 30 de abril y se anunció que se vendería. www.heraldo.es/noticias/aragon/huesca_provincia/2014/04/23/el_aeroclub_nimbus_ofrece_gestionar_aerodromo_santa_cilia_jaca_283798_1101026.htmlFue entonces cuando Nimbus asumió la prestación de los servicios para evitar el cierre, después de la decisión del Ejecutivo de externalizar la gestión porque las instalaciones generan un déficit anual de 300.000 euros, que calificaron de "insostenible".Han vuelto el 80% de los clientes

Una de las primeras tareas fue conseguir recuperar las reservas que días antes habían cancelado los trabajadores del aeródromo en sus últimos días de trabajo, ya que el 30 de abril se despidió a seis de los ocho empleados. Continúa la directora y un responsable de mantenimiento. Según explica Ferreira, calcula que han conseguido que vuelvan el 80% de los clientes, que habían hecho ya su reserva en 2013, ya que desde el 1 de enero no se habían admitido nuevas a la espera de tomar una decisión sobre su futuro. Ahora, temen que el problema del combustible les condicione el resto de la temporada que se prolonga hasta octubre, para la que tiene compromisos con unos 70 pilotos.


Por ahora, tienen que atender a un grupo de pilotos de Airbus, que eligen este aeródromo porque es un referente del vuelo por montaña. Además, como ya hicieron el año pasado, la marca Jaguar ha organizado una actividad para que sus clientes disfruten con esta práctica.