La comarca del Bajo Cinca contratará a 5.000 temporeros para la campaña de la fruta

La temporada se inicia con mejores perspectivas que en 2013 y en abril el empleo ya ha crecido un 51%

Andrea Pavel y su marido, Mircea, en las bicicletas con las que se mueven por la finca.
Andrea Pavel y su marido, Mircea, en las bicicletas con las que se mueven por la finca

La contratación de temporeros en las comarcas del Bajo Cinca y La Litera ha crecido un 51,4% en el arranque de la campaña del sector de la fruta. De hecho, el pasado abril se registraron 1.239 contratos frente a los 818 de 2013, según datos de la consejería de Economía y Empleo. El perfil mayoritario de las personas que trabajarán en el sector hasta mediados de septiembre e incluso hasta octubre, corresponde a un hombre de 25 a 44 años de edad y de nacionalidad extranjera.


Los sindicatos agrarios coinciden en que habrá un ligero incremento de la producción y por lo tanto, se prevé que el volumen total de temporeros supere los 5.350 de la anterior campaña. Más de 5.000 trabajarán en la comarca del Bajo Cinca y el resto, en La Litera. De forma habitual, los meses de mayor contratación suelen ser mayo y junio, si bien en abril la cifra ya fue muy elevada, probablemente debido al crecimiento de hectáreas, el propio adelanto de la campaña e incluso las buenas producciones de cereza, según explicó el responsable comarcal de UAGA en el Bajo Cinca, Manuel Rausa.


En concreto, de los 1.222 contratos formalizados en abril, 48 tuvieron lugar en La Litera y 1.191, en el Bajo Cinca. De estos últimos, un 76,83% fueron hombres, un 69,61% tienen entre 25 y 44 años de edad y un 92,86% son extranjeros. Además, la gran mayoría (93,79%) han obtenido un contrato temporal, que se extenderá hasta septiembre u octubre. Las cifras confirman una evolución al alza de la contratación, que ya el pasado año subió un 6,9%, y, al mismo tiempo, demuestran que la agricultura cada vez tiene más peso en el empleo. Solo el pasado abril, el 20,08% de los contratos en el Bajo Cinca fueron en el sector agrícola. En el caso de La Litera, el porcentaje sube al 70,31%.Repiten destino

Según explican los sindicatos y los productores, la mano de obra disponible es suficiente y en la mayoría de los casos los temporeros repiten destino. Así, entre otros ejemplos, los responsables de la finca Montserrat, en Zaidín, han contratado este año a 93. La gran mayoría son de nacionalidad rumana, viven en su país de origen y desde hace varios años acuden al ser contratados como peones de abril a septiembre.


Residen en la propia finca, en la que han sido instalados 52 módulos habitables con zona de vestuarios, comedor, lavandería o duchas. Al situarse fuera del núcleo urbano, disponen además de un autobús para trasladarse una vez a la semana a la ciudad de Fraga, según explica una de las gerentes, Begoña López. "En la mayoría de los casos, son gente que lleva muchos años con nosotros, que ha acumulado experiencia y que desarrolla muy bien su trabajo. Por ello, tratamos de cuidarla y garantizar su retorno durante la siguiente campaña", apunta López. La finca, que produce unos 2,5 millones de kilos, tiene una superficie de 100 hectáreas dedicadas a la cereza, el melocotón amarillo y la sandía fashion. Pertenece a una empresa con 160 puntos de venta en Cataluña, a los que destina casi toda la producción.


Entre sus trabajadores, está Andrea Pavel, de Rumanía, que lleva cinco años de temporera en la finca. La joven asegura estar "encantada" y, al igual que otros compañeros, alaba las condiciones y el trato recibido. "En Rumanía, no hay trabajo y por ello venimos cada temporada", explica Andrea, que reside en su país de origen y que, junto a su marido, acude cada año con un contrato bajo el brazo. El sueldo les permite vivir sin apuros el resto del año.