El AVE entre Huesca y Madrid cumple 10 años con un aumento de casi un 15% de viajeros

El incremento hasta 66.500 usuarios en 2013 frente al año anterior supone una media de 70 usuarios por servicio

Los trenes que llegan de Madrid la tarde del viernes tienen una demanda muy alta.
Los trenes que llegan de Madrid la tarde del viernes tienen una demanda muy alta

"Esta línea abre la puerta a nuevos trenes, nuevos tiempos y al ferrocarril como medio de transporte más rápido y cómodo". El entonces ministro de Fomento del PP, Francisco Álvarez-Cascos, inauguró con estas palabras la llegada de la alta velocidad a Huesca un 23 de diciembre de 2003 como un avance histórico. Se anunció que en seis meses habría lanzaderas que unirían Huesca y Zaragoza en 29 minutos, que tardaron años en ponerse en marcha, duraron poco y, por si fuera poco, jamás se ha logrado ese tiempo. La línea se abrió con limitaciones de velocidad hasta la capital aragonesa por sus características técnicas. Diez años después sigue igual, con difícil solución. Empresarios y usuarios destacan algunas de las carencias, aunque nadie duda del avance histórico que supuso. En el último año, además, ha recuperado viajeros.


La conexión Huesca-Madrid ha sumado 633.700 viajeros en los 10 años que lleva en marcha. En el pasado 2013, Renfe Operadora apunta a que han sido 66.477 los usuarios que se han subido o apeado en la terminal oscense. Esta cifra supone un incremento de un 14,7% con respecto al dato de 2012, que con 57.962, no se había recogido un dato tan bajo desde 2006. La tendencia parece que se consolida porque en los primeros 4 meses del año han subido 22.800 personas al AVE.


A pesar de esta recuperación, es una de las líneas con menor uso, porque solo hay un servicio diario que se refuerza con otros los viernes y domingos . De este modo, se ha alcanzado una media de 70 usuarios en unos trenes con más de 300 plazas que se completan en Zaragoza. "En términos relativos puede parecer que la ocupación no es muy alta, pero en términos absolutos, para la población que hay, es el tren que más viajeros mueve", informan fuentes ferroviarias, que señalan que a diario suben unas 60 personas pero que los fines de semana llegan a 150 –como se aprecia en la foto, en el tren del viernes–.


No obstante, ni empresarios ni usuarios particulares han visto satisfechas todas sus expectativas y la conclusión es que solo soluciona la comunicación con Madrid, cuando podría haber mejorado la unión con Zaragoza y Barcelona. "El mayor problema del AVE es que no pasa por Huesca sino que termina en Huesca, que es diferente", critica el secretario general de la Confederación de Empresarios Oscense (CEOS), Salvador Cored. Lamenta que no exista una conexión directa con Barcelona e incluso que la línea Madrid-Barcelona no pase por la capital altoaragonesa. "Esa queja siempre ha existido allí", recuerda. También señala que solo hay un servicio diario Huesca-Madrid (8.15), adonde se llega a las 10.35, por lo que "para según que gestiones ya es tarde, hay poco tiempo hasta la vuelta (salida 19.05) y hay gente que tiene que bajar a Zaragoza para coger otro AVE antes". Además, recuerda que en sentido inverso un madrileño no puede venir a pasar el día a Huesca por lo que solo resuelve el viaje a Madrid. Cree que todos estos factores son los que contribuyen a lo que consideran una "baja ocupación".


Por su parte, Luis Granell, miembro de la Coordinadora por la Reapertura del Coordinadora por la Reapertura del Ferrocarril Canfranc-Oloron (Crefco), recuerda que la diferencia de tiempo de viaje hasta Zaragoza tampoco es tan grande porque "el diseño de la línea hace que el tren no pueda ir tan deprisa". La razón es que frente a los 350 km/h que alcanza un tren de alta velocidad en otras líneas, apenas puede llegar a los 200 km/h entre Zaragoza y Tardienta; y a un máximo de 160 km/h hasta Huesca. Es más, aunque no pare en Tardienta, tiene que pasar a 40. Con todo, "el mayor despropósito es hacer una vía para un tren al día de alta velocidad. No creo que ningún gobierno decidiera hoy hacerla", reflexiona Granell, defensor de la línea convencional.


La alta velocidad se puso en marcha con la circulación de un Talgo Altaria y sumó 23.018 viajeros en 2004. Esa cifra fue creciendo con la puesta en servicio en mayo de 2005 del Siemens 102, conocido como ‘pato’ con el que se redujo el tiempo de viaje y se alcanzaron los 51.000 pasajeros. El crecimiento en los años siguientes no fue tan exponencial y la cifra máxima se alcanzó en 2009, con 72.250 usuarios. Comenzó entonces una caída hasta que se ha remontado en 2013.


Los usuarios que soñaron con ir a trabajar a Zaragoza en media hora en una lanzadera, tampoco han visto sus aspiraciones cumplidas. En 2008, se creo una coordinadora para conseguir la mejora del transporte ferroviario. Tras reunirse con la dirección general de Renfe, no consiguieron que se adecuaran los servicios a la demanda. Finalmente, los trabajadores que se desplazan a diario resolvieron su problema con un acuerdo con la empresa de autobuses Alosa. Hoy, lo utilizan 70 personas, según su impulsora, Marisa Izuel, que lamenta la escasez de servicios de tren entre Huesca y la capital aragonesa.