Las máquinas entran en Jánovas para consolidar las primeras casas a la espera de la luz y el agua

El Ayuntamiento urge a la CHE para llevar los servicios básicos y construir un acceso más directo que cruce el río.

El Ayuntamiento de Fiscal ha concedido las primeras licencias para el desescombro y consolidación de edificio a los propietarios de Jánovas que han podido recuperar sus casas. De momento se han solicitado tres, pero se espera que en breve sean muchas más, a medida que la Confederación Hidrográfica del Ebro acelere el proceso de reversión de las propiedades.


De esta forma, además de la recuperación de la escuela, en la que trabajan los antiguos vecinos todos los fines de semana, se está empezando a ver actividad en algún inmueble. Rubén Viñuales recompró la vivienda de su abuelo y siete campos 52 años después de la expropiación. Pasó las vacaciones de Semana Santa retirando la vegetación que había crecido en el interior y consolidando los muros exteriores.


«Para evitar problemas por la caída de piedras al exterior, pedí permiso de obra. Traje una retroexcavadora porque en el suelo había dos forjados de madera caídos y el tejado, metro y medio de escombros. Hemos retirado las piedras, que luego reutilizaremos, y quitado cinco árboles muy grandes que crecieron dentro», explicaba Rubén Viñuales. Para él, es algo más que una obra, «es un símbolo, que se vea que la gente ya tiene ganas». Junto a él estaba su hijo pequeño, David, la cuarta generación que ha vivido fuera de Jánovas.


En el censo municipal de 1950 figuraban 35 casas y tres más se localizaban en edificaciones aisladas (Mesón de Latre, Mesón de Frechín y Molino de Jánovas), pero hay otras como cuadras, corrales o pajares. El plan especial cataloga en total 79 inmuebles.


El pasado mes de diciembre, el Consejo Provincial de Urbanismo de Huesca informó favorablemente los planes especiales de Jánovas y de Lacort-Lavelilla, los otros pueblos expropiados, y en enero los aprobó el pleno municipal por unanimidad, tras cuatro años de trámites.


El Ayuntamiento está dispuesto a ir más allá de las meras autorizaciones para detener la ruina. Concederá licencia de construcción, pese a no contar con los servicios básicos, «porque la gente ya no puede esperar más», declaró su alcalde. «No vamos a parar ninguna obra porque no nos parece justo ni de sentido común, aunque legalmente solo podamos dar autorización para el desescombro y la consolidación», advirtió Manuel Larrosa. En estos momentos la principal preocupación es dotar al pueblo de luz y agua y construir un acceso por el río que evite dar un largo rodeo. Para reconstruir la escuela se tendió una manguera desde una fuente y se trabaja con grupos electrógenos. El alcalde mostró su malestar por la paralización de las actuaciones y se preguntó «a qué esperan la Confederación y el Gobierno de Aragón para hacer las obras, han sido más rápidos los vecinos que las administraciones».


Las inversiones del plan de restitución para facilitar el asentamiento de población (estimadas en 24 millones de euros) debían haberse iniciado este año, pero parece difícil porque los Presupuestos Generales del Estado no contemplan ninguna partida. De momento, el Ayuntamiento va a solicitar permiso para un paso provisional que cruce el río. «Lo debería construir la Confederación, pero si no, lo tendremos que hacer nosotros, es una inversión mínima».