Fraga se viste de fiesta en el Día de la Faldeta

Más de 4.000 personas –mil con traje tradicional– participaron en la celebración, que volvió a recrear una boda.

De la casa de la novia al retrato de la feliz pareja. Por quinto año consecutivo, la representación de una boda tradicional fue ayer el eje central de las celebraciones del Día de la Faldeta en Fraga, que volvieron a resultar multitudinarias con la participación de alrededor de 4.000 personas, entre ellas, más de un millar ataviadas con el traje tradicional.

La actividad, declarada Fiesta de Interés Turístico de Aragón, permitió recordar las tradiciones y modos de vestir de la capital del Bajo Cinca. Para ello, la teatralización de la ceremonia fue completa con la vestimenta de los novios, el desfile hasta la iglesia, la celebración religiosa e, incluso, el ágape dirigido a los invitados.


Las primeras escenas, que se desarrollaron en la plaza de San Salvador, recrearon las casas del novio y de la novia y en cada una de ellas, con la ayuda de familiares y amigos, ambos fueron preparados para el gran día. A ella, que lucía el tradicional peinado de picaporte, le fueron colocadas siete faldetas, mantón de Manila y mantilla. El novio, entre otras prendas, lució un vistoso chaleco, pañuelo y capa.


La pareja fue interpretada por los peñeros mayores de las últimas fiestas del Pilar, Zoe Guiral y David Agustín. «Aunque siempre participo, este año es muy especial. Me hace mucha ilusión», explicó la joven, que, entre otras prendas, lucía varias faldetas confeccionadas por su abuela.


Al finalizar la vestimenta de los novios, el cortejo nupcial inició el recorrido hacia la iglesia. El desfile estuvo encabezado por la rondalla de Fraga. A él se sumó la participación de las fragatinas mayores e infantiles, cientos de vecinos así como numerosas autoridades.

Las Dones de Faldetes

De igual modo, hubo un numeroso grupo de mujeres representando a las denominadas Dones de Faldetes, que desaparecieron a finales del siglo XX. «En nuestro caso, llevamos el traje que vistieron nuestras abuelas y bisabuelas durante toda su vida. De hecho, ninguna de ellas conoció otro tipo de ropa. En muchos casos, llevamos prendas originales que hemos conservado, como el mantón o los pendientes», explicó Mónica Vera, vecina de Fraga. Las ‘Dones de Faldetes’ tuvieron por la tarde su propio acto de homenaje, con el sainete costumbrista de las Hermanas Beán que se representa cada año. En esta ocasión se eligió la pieza titulada ‘É més bo que un pa de bresca’.


Además de la representación de la boda, que finalizó con el retrato de los novios, varios colectivos locales recrearon ocho estampas costumbristas en las calles del casco histórico. Las temáticas elegidas este año eran la trilla tradicional, el envasado de higos o las celebraciones familiares.