Jaca anulará el plan que permite la construcción de un gran complejo hotelero en el Seminario

El edificio, propiedad del obispado, podrá convertirse en un hotel pero sin el anexo proyectado
de seis plantas.

Seis años después de que se presentara a bombo y platillo el proyecto de reconversión del Seminario de Jaca en un complejo hotelero de cinco estrellas, con la construcción de un edificio anexo de seis plantas recubierto de cristal, esta aspiración va a quedar aparcada definitivamente. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Jaca (PP) quiere dejar sin efecto el Plan Especial de Reforma Interior (PERI) del antiguo Seminario, aprobado en 2008 para la puesta en marcha de esta operación urbanística que nunca cuajó, ya que ni siquiera se llegó a vender el inmueble, propiedad del obispado.


Con ello, se pretende «volver al principio», retornar al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del año 1996, que no supone un cambio de la catalogación de los usos, pero sí la imposibilidad de construir un edificio anexo como se pretendía entonces. Es decir, que con la modificación del plan se podrá actuar en el propio edificio, rehabilitarlo y realizar en el interior las actuaciones que se consideren oportunas, pero no se podrá construir ninguno nuevo.


Las razones que llevan al PP a querer anular el Plan Especial son que siempre ha estado en contra de este proyecto urbanístico, que ha pasado «un tiempo prudencial» desde su aprobación y el proyecto no avanza; y que el obispado «no ha mostrado ningún interés» en su ejecución, ni ha llegado al ayuntamiento ningún proyecto en firme. No obstante, esta propuesta será debatida hoy en el pleno municipal y con toda seguridad saldrá adelante porque Chunta Aragonesista votará a favor, ya que desde el primer momento se mostró en contra al igual que los populares.


Enrique de Funes, concejal de Urbanismo del consistorio, explicó ayer que en los últimos tiempos «se han oído pequeños rumores», pero «no hay interés de hacer nada de momento». Y así lo reconocieron también fuentes del propio obispado de Jaca, que declinaron hacer más declaraciones.


Volver al PGOU de 1996 y desechar el Plan Especial supone una «situación de coherencia», según De Funes, ya que esto sí que fue un claro ejemplo «de urbanismo a la carta», porque se redactó un proyecto para unos promotores que nunca llegaron a ser los propietarios. Por su parte, el concejal de Interior, José Manuel Prada, aclaró que esta medida «no coarta la posibilidad de poder realizar otros proyectos en el Seminario». Igualmente aseguró que la reconversión del mismo en un equipamiento hotelero de lujo «no es un proyecto que pueda realizarse en la época en la que estamos».


Cabe recordar que este suponía la inversión de más de 45 millones de euros y la creación de más de 100 puestos de trabajo. Iba a ser un gran proyecto turístico en un edificio emblemático de la ciudad que se presentó en junio de 2008, con la presencia del arquitecto redactor del PERI, Ramón Collado, y los promotores, los grupos inmobiliarios zaragozanos Machín y Plaza 14. Sin embargo, esta operación urbanística nunca se llevó a efecto y aunque se insistió en que la iniciativa seguía adelante e incluso se llegó a hablar de grandes cadenas hoteleras interesadas, finalmente ha quedado en nada.


Además de habitaciones de hotel y suites de lujo, se incluía en el complejo hotelero de cinco estrellas un mirador-observatorio, bares, restaurantes, salas con capacidad de hasta 250 invitados, spa con su gimnasio, piscina interior y exterior; y galería comercial. También se preveía un parquin con 292 plazas.


En el marco de esta operación urbanística se aprobó un polémico convenio urbanístico, en el que figuraban como firmantes el entonces alcalde Enrique Villarroya (PSOE), y el ecónomo de la diócesis, en nombre del obispo. Poco después este último se desdijo y aseguró que el obispado no había intervenido en la redacción de ningún pacto. Este acuerdo suponía que el consistorio recibiría 500.000 euros como contraprestación por las plusvalías que se generarían por el aumento de edificabilidad y el cambio de uso del Seminario.


Y mientras el proyecto se iba retrasando, se ha ido agravando el deterioro del edificio, construido entre los años 1924 y 1925; y que cerró sus puertas como instituto en 1994. En este sentido, el alcalde de Jaca, Víctor Barrio, apuntó que tanto desde el consistorio como del obispado hay que apostar por «darle utilidad» y plantearse qué hacer con el inmueble, que se encuentra en pésimas condiciones. De hecho, el Ayuntamiento de Jaca tuvo que actuar de manera subsidiaria el año pasado debido a que la diócesis no tenía intención de realizar los trabajos necesarios para mantener la seguridad del mismo. Ahora, se le ha exigido a la propiedad el pago de estos trabajos de mejora, que rondan los 60.000 euros. Igualmente, el obispado deberá pagar a partir de ahora el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), del que estaba exento por estar destinado al culto y al uso docente.