Intoxicado un matrimonio en Sabiñánigo por la mala combustión de una caldera

En el traslado hasta el hospital San Jorge pudieron ser reanimados, pero él tuvo que ingresar en la uci a causa de un infarto.

Un matrimonio resultó ayer intoxicado por inhalación de monóxido de carbono en su vivienda de la calle Luis Buñuel de Sabiñánigo, al parecer por una mala combustión de una caldera de gas. La pareja fue encontrada inconsciente y tras ser atendida por los servicios sanitarios en el mismo lugar, trasladada al Hospital San Jorge de Huesca.


El aviso al 112 se produjo sobre las 12.15 por parte del hijo del matrimonio formado por R. R. A., de 76 años, y su mujer, J. B. C., de 74. Viven en Tarragona pero pasaban unos días con el hijo en Sabiñánigo. La voz de alarma se produjo cuando al llamar a sus padres a la vivienda, no contestaron al teléfono.


Al parecer, ayer por la mañana no se despertaron y fueron encontrados inconscientes, debido a la intoxicación por monóxido de carbono. Al domicilio acudieron los servicios sanitarios, Guardia Civil, Policía Local, los bomberos del Alto Gállego y la empresa responsable del servicio de gas, que procedió a precintar la caldera de calefacción.

La pareja fue atendida en la vivienda y evacuada en dos uvi móviles, con base en Sabiñánigo y Jaca, hasta el Hospital San Jorge de Huesca. Durante el trayecto se les suministró oxígeno y fueron recuperando la conciencia. Ambos evolucionaban bien de la intoxicación, pero el hombre sufrió un infarto, según informaron fuentes sanitarias, no se sabe si a consecuencia de la falta de oxígeno. Anoche permanecía ingresado en cuidados intensivos.


Según explicó el jefe del parque de bomberos del Alto Gállego, Óscar Aguarta, todo apunta a una mala combustión de la caldera. Ellos aseguraron la vivienda, ventilándola, mientras que la Guardia Civil lleva la investigación del suceso. El alcalde de Sabiñánigo, Jesús Lasierra, se interesó ayer por la salud del matrimonio.


Aguarta explicó que la gravedad de la intoxicación depende de varios factores, principalmente del tiempo de inhalación y de la cantidad de monóxido respirado. Este es un gas tóxico que se produce cuando los combustibles que contienen carbono no se queman adecuadamente. En concentraciones elevadas resulta mortal, ya que reduce la cantidad de oxígeno que transporta la sangre y asfixia a quien lo inhala. Actúa con rapidez y es difícil de detectar, porque no presenta un olor acusado y además tiene una gran capacidad de expansión.


En esta ocasión la inhalación del monóxido de carbono no ha sido mortal, como ocurriera en Sabiñánigo en 1999, cuando una pareja apareció muerta en el interior del automóvil del chico que estaba aparcado en su garaje y con la calefacción encendida.