Acepta 2 años de cárcel por agredir sexualmente a una menor en Huesca

El acuerdo está condicionado a que el acusado no ingrese en prisión.

Un joven ha aceptado este jueves ser condenado a 2 años de prisión como autor responsable de la agresión sexual sufrida por una menor a la que atrajo hasta su domicilio en Barbastro tras contactar con ella a través de la red social Facebook.


El acusado, que se enfrentaba inicialmente a una petición fiscal de 10 años de prisión, ha admitido los hechos y ha mostrado su conformidad ante el tribunal de la Audiencia de Huesca con el acuerdo suscrito previamente entre la fiscalía y los representantes de la defensa y de la acusación particular.


El acuerdo que sustentará la sentencia del tribunal oscense tipifica los hechos como un delito de agresión sexual dada la condición de menor de la víctima, pero incluye una atenuante referida al "error" que cometió el acusado al no asegurarse previamente de la edad de la denunciante antes de instarle a mantener relaciones sexuales.


A este respecto, acusaciones y defensa admiten en su escrito de acuerdo que aunque el procesado "no tenía conocimiento de la edad de la menor, no hizo nada para averiguarlo".


Añaden que aunque el acusado no se sirvió de violencia ni de intimidación para conseguir sus propósitos, no tomó cautela alguna para comprobar la edad de la víctima. El acuerdo, condicionado a la suspensión del ingreso en prisión del joven, plantea prohibir al acusado acercarse a la menor a una distancia inferior a los 150 metros durante un periodo de 8 años y establece una indemnización de 4.000 euros por los daños morales causados.

Los hechos ocurrieron en junio de 2012

Los hechos ocurrieron a finales de junio de 2012, tras contactar el procesado, de 20 años de edad, con la menor, de 12, a través de Facebook.


Según la acusación pública, el procesado, un inmigrante de origen sudamericano, le dijo a la menor que tenía un regalo para ella en su casa, lo que movió a esta a desplazarse al inmueble en busca del obsequio.


Ya en casa del acusado, que vivía solo, éste le cantó una canción a la joven y los dos comenzaron a besarse mutuamente. Posteriormente, siempre según el relato de la acusación, el joven pidió a la menor mantener relaciones sexuales, a lo que la menor se negó.


El relato de hechos afirma que el procesado siguió insistiendo en su propósito "sin utilizar violencia ni intimidación", y finalmente consiguió su propósito.