Las obras de la autovía avanzan en Nueno y Arguis pero apenas adelantan en el resto

Monrepós registró hasta 1.300 vehículos por hora, con retenciones kilométricas, en el retorno de los dos últimos fines de semana.

Las obras de la autovía entre Huesca y Jaca (A-23) avanzan a buen ritmo en los primeros tres kilómetros hasta el congosto del Isuela, pero apenas adelantan en gran parte del trazado. Los Presupuestos Generales del Estado de 2014 lo dicen entre líneas: el interés es la construcción de la autovía entre Nueno y la boca del túnel del puerto de Monrepós, pero el resto llevará otro ritmo o tendrá que esperar incluso pasado el 2018. De hecho, esos primeros kilómetros se inaugurarán este año aunque el Ministerio de Fomento rechaza ponerle fecha.


Sin embargo, las retenciones kilométricas se han sucedido en los dos últimos fines de semana. Aunque el Centro de Gestión de Tráfico todavía no ha valorado los datos del domingo, en el que se generaron colas de 8 kilómetros, el 9 de marzo circularon hasta 9.861 vehículos hacia Huesca, cuando la media diaria son unos 8.000 en ambos sentidos. Entre las 17.00 y las 21.00 se produjo la mayor retención de esta temporada invernal, con una media de entre 1.200 y 1.300 coches por hora. No obstante, desde la Jefatura Provincial de Tráfico lo achacan al buen tiempo en el Pirineo y consideran que es una situación «puntual».


El único cambio reciente en la circulación ha sido el desvío por una nueva rotonda en el acceso a Sabiñánigo, aunque Tráfico descarta que incida de forma negativa. Es el tramo de entrada desde Huesca, donde se detectan avances y donde este año se invertirán 1,7 millones de euros. En diversos puntos del trazado de la A-23 el conductor se encuentra desmontes de tierra, puentes aislados... pero falta una continuidad.


Así se aprecia sobre el terreno, donde trabajan las máquinas, en los presupuestos e incluso en los boletines oficiales donde a finales de 2013 se adjudicaron contratos de servicios para las obras entre Nueno y el congosto del Isuela y entre Arguis y Monrepós, por 21 millones de euros. El primero de ellos es el que está más avanzado. Son los tres kilómetros a continuación de Nueno, ya que los 2,2 primeros de este tramo se inauguraron en febrero de 2011.


A partir de allí, las calzadas se separan y es donde se concentran ahora la mayor parte de los trabajos, según informa el Ministerio de Fomento, que detalla la situación de la obra. En febrero de 2013, el tráfico en ambos sentidos se desvió por la nueva calzada donde se construyó el túnel de Nueno de 500 metros de longitud así como tres nuevos viaductos, dos de ellos sobre el río Isuela. De este modo, la antigua carretera

N-330 quedaba expedita para adaptarla como una de las calzadas. Esta requiere la construcción de tres estructuras, desmontes, muros... y es ahí donde se actúa.

Según detalla Fomento, se ha finalizado el hormigonado de dos estructuras, cuyas pruebas de carga se realizarán una vez pasados los tres meses. También está en marcha la construcción de una galería prefabricada y un muro anclado. En cuanto al firme, el tramo inicial ya está pavimentado, a falta de la capa intermedia y de rodadura, ya que esta última será necesario echarla en toda la obra. Además, se está realizando un ensayo del pavimento. También está pendiente un desmonte al final del tramo y la adecuación del entorno. Además, el drenaje transversal está terminado a falta de remates mientras que el del final del tramo (cunetas, bajantes...) se encuentra en ejecución.


En el túnel, quedan por completar las instalaciones, que se deben coordinar con el centro de control de Monrepós del tramo colindante. Para la conexión de este edificio con el inicio del tramo entre Arguis y el alto de Monrepós, se invertirán este año 13.098.310 millones de euros. Con esta cantidad también se trabajará en la adecuación del primero de los túneles de esa zona. Será la empresa FCC Construcción la que realice estos trabajos que irán, en parte, con cargo a los presupuestos de 2014. No obstante, el conjunto de estos 3,2 kilómetros se están construyendo por el método alemán por el que la Administración paga al finalizar la obra.

En las cuentas del Estado, es la parte con una mayor dotación ya que se lleva 55 millones de euros, de los cerca de 97 del trazado hasta Sabiñánigo. Esta proporción hace pensar en la escasa inversión para el resto. Y esa zona ni siquiera se acabará este año. De hecho, está previsto pagar aún 4,8 millones en 2015 y otros 5,6 en 2017. La continuidad no tiene fecha.