Patrimonio

Los obispos aragoneses dicen al de Lérida que "ya es tiempo" de devolver los bienes

En un comunicado, los obispos de las diócesis aragonesas, han advertido que "ya es tiempo" de devolver los bienes a las parroquias del Aragón Oriental y cumplir la sentencia.

Los obispos de las diócesis aragonesas han advertido al titular del Obispado de Lérida que "ya es tiempo" de devolver los bienes histórico-artísticos de las parroquias del Aragón Oriental y cumplir así con la sentencia del supremo tribunal de la Signatura Apostólica.


Así lo aseguran estos prelados, en un comunicado en el que expresan su apoyo a la decisión de los obispos de Huesca y de Barbastro-Monzón de rechazar la petición del Gobierno aragonés de ceder la propiedad de los bienes a fin de promover acciones legales desde la administración regional.


Los obispos señalan que la vía instada desde el Ejecutivo autónomo "no es la adecuada para obtener la entrega de dichos bienes, ya que comporta un grave riesgo de que el pleito se dilate durante muchos años, sin que mientras tanto puedan tener efecto otras vías".


Aseguran que, tras acreditarse la propiedad de las piezas mediante sentencias de tribunales canónicos y civiles, es necesario "urgir" al Estado español y al Vaticano a que lleguen a acuerdo que permita el cumplimiento de las resoluciones judiciales. Instan, además, a los obispos de las diócesis catalanas a apoyar ante las autoridades civiles de su Comunidad al titular del Obispado de Lérida para "cumplir la obligación que le incumbe".


En su escrito, los obispos aragoneses aseguran que la actuación de los prelados de Huesca y de Barbastro-Monzón frente a la petición del Gobierno de Aragón se ha hecho de conformidad a la "obligación" de ambos de velar para que la naturaleza "sagrada" de dichos bienes no se viera desvirtuada por el traspaso de propiedad planteado.


Consideran, asimismo, "injustas y desmedidas" las críticas vertidas contra ambos prelados desde distintos sectores de la sociedad aragonesa, sin valorar, añaden, la responsabilidad del obispo con sus parroquias ni las vías más adecuadas para el retorno de los bienes.