El hombre que murió tras precipitarse la noche del pasado miércoles desde una de las ventanas de un piso ubicado en la calle de Pedro Arnal Cavero de Huesca pasó toda la tarde sentado en el alféizar después de ingerir una importante cantidad de drogas y no haber dormido durante dos noches.

Según ha confirmado fuentes de la Policía Nacional de Huesca, el joven de 31 años sufrió una subida de temperatura que, tal y como han declarado los testigos que estuvieron en el piso antes de que se produjera el suceso, estaría provocada por la ingesta de sustancias estupefacientes y la toma de antidepresivos.

Al parecer, el joven pudo caer de espaldas al patio de luces porque pasó toda la tarde sentado en el alféizar con los pies apoyados en el sofá que se encontraba debajo de la ventana desde la que se precipitó.