Huesca

Silencio en el Coso y atascos en Martínez de Velasco el primer día laborable de peatonalización

Los comerciantes esperan que el proyecto municipal ?necesita un periodo de adaptación?.

Paseantes en el Coso Alto.
Silencio en el Coso y atascos en Martínez de Velasco el primer día laborable de peatonalización
J.S.

Huesca se enfrentó la jornada del lunes a su primer día laborable con el centro de la ciudad –un centenar de calles en total- cerradas al tráfico rodado. Fue, de este modo, un día de contrastes. Mientras que en la nueva zona peatonal y especialmente, en los Cosos, se respiraban el silencio y la tranquilidad que suponen la ausencia de vehículos, en los cruces por los que anteriormente se accedía al centro de la ciudad, se producían largas colas ante los semáforos, algún embotellamiento e incluso despistes sobre las nuevas rutas a seguir sobre dos y cuatro ruedas. Principalmente, en la confluencia en Martínez de Velasco, en el tramo que confluye con la calle Gil Cávez, donde desembocan parte de los vehículos que circulan por Juan XIII y aquellos que entran en la capital oscense desde la autovía a Zaragoza, la A23. 


Se ha formado un caos tremendo y para los comercios va a ser la ruina, porque nos han quitado treinta o cuarenta aparcamientos. Todos se lo lleva siempre el centro”, comentó José Manuel Fontdevila, desde uno de los negocios de hostelería de la zona de Gil Cávez. “Están pasando más coches, hay más fluidez de vehículos y en estos momentos, se ha formado una caravana”, añadió, por otro lado, Silvia Lles, desde Casa y Reformas, uno de los negocios instalados, también en esta zona.


Cerca de allí, ante la estación Intermodal, se encuentra, además, una de las paradas de taxi de la capital oscense. Como explicó uno de estos profesionales, Carlos Calavera, la del lunes fue, a pesar del aumento del tráfico en esta zona, una jornada sosegada. “Ha ido bien, hemos estado tranquilos, aunque también se han producido equívocos, dado que ha habido cruces y semáforos que han cambiado”, relató Carlos. La experiencia también ha sido buena cuando le ha tocado entrar, como vehículo autorizado, en la zona peatonal. “Ha ido muy bien al no haber tráfico. No hemos tenido el menor inconveniente, otra cosa será cuando se creen las zonas estanciales y no se permita el tráfico”, comento el taxista.


En busca de atractivos para el Coso

En el Coso la situación era todo lo contrario: reinaba el silencio y la tranquilidad, algo que no fue del agrado de todos los comerciantes de la zona. “He notado mucho cambio y sobre todo, silencio. Me da la impresión que se ha hecho todo muy de golpe. Habrá que darle tiempo y ojalá que no haya que dar marcha atrás”, aseguró Elena Sánchez, desde la joyería que lleva su nombre, en el Coso Alto. Próximo a este negocio se encuentran, entre otros bares, el Correos, quien se mostraba de acuerdo con su vecina de establecimiento.


“En general, al no haber movimiento de coches da la sensación de que no hay tanta gente. En la caja, más o menos, ha ido como todos los días. En principio, me parece bien”, comentó Montse Esmén, de la familia propietaria de este popular local. Le gustaría, eso sí, “que los locales ahora vacíos se llenen, para que haya un atractivo más aquí, además de un aparcamiento público en esta zona”. “Yo creo en este proyecto”, comentó, por otro lado, Rosa Usieto, desde la joyería Tas. “Pienso que puede ser bueno para Huesca y un atractivo para que se pueda venir aquí, pasear y comprar”, explicó esta comerciante.


Existen, además, establecimientos que comparten, por una de sus entradas, el corte de tráfico y por otro, su aumento a causa del nuevo trazado del tráfico. Es el caso del hotel Sancho Abarca, que cuenta con una entrada que da a la plaza Lizana –de donde llega tráfico procedente, en parte, de la entrada a Huesca desde el puente de San Miguel. Su propietario, Roberto Pac, es además el presidente de la Asociación de Hosteleros de Huesca. “Ha aumentado el tráfico en la calle de Lizana, a causa de los coches que vienen por Pedro IV, una ruta que los oscenses, en mi opinión, todavía no han contemplado bien”, aseguró Pac. En cuanto a la zona peatonal, indicó “necesita un periodo de adaptación, hasta que aprendamos a movernos otra vez por la ciudad y el tiempo dirá”, comentó. Como presidente de la Asociación pidió así, “que se tenga paciencia, ya que se hace para bien. Después, la ciudad responderá”, añadió.


División de opiniones, por otro lado, entre los paseantes. Para Eugenia, una joven de Huesca, “es todavía un poco pronto para valorar este proyecto. Pienso que a la larga será bueno, la zona peatonal será atractiva, se podrá pasear y estará bien. Pero todavía falta tiempo para eso”, señaló. Esther, también de Huesca, tiene una opinión muy diferente: “No se ve nada de ambiente en el Coso. He tenido que coger el coche para resolver unos asuntos y me ha costado mucho circular, sobre todo por la zona de Cabestany y la estación, donde me parece que ha habido una desorganización tremenda”, señaló esta vecina.


Por otro lado, el balance realizado por el Ayuntamiento de Huesca este primer día ha sido positivo. Como aseguró el concejal de Movilidad, Gerardo Oliván, la jornada se vivió con normalidad, aunque todavía quedan algunos ajustes por llevar a cabo. Concretamente, indicó la necesidad de corregir los tiempos de los semáforos en el tramo entre las calles de Juan XXIII y Vicente Campo. Continuarán, por otro lado, los trabajos para eliminar la señalización horizontal que ya no resulta necesaria y se modificarán aquellas señales que sea preciso. Se instalarán, además, nuevos parquímetros. Proseguirá, por otro lado, la labor de los agentes de la Policía Local para evitar que se produzcan despistes entre los conductores no autorizados para circular por los nuevos espacios libres de tráfico.