Rescates de montaña
La mala climatología obliga a la Guardia Civil a alargar los rescates en alta montaña
Los agentes han tenido que alargar el periodo de intervenciones en alta montaña y hacer frente de forma simultánea a los accidentes en barrancos, más propios de la primavera.
Las adversas condiciones climatológicas registradas en el Pirineo aragonés hasta principios de junio han obligado a los grupos de rescate de la Guardia Civil a alargar el periodo de intervenciones en alta montaña y a hacer frente de forma simultánea a los accidentes en barrancos, más propios de la primavera.
Así lo han puesto de manifiesto este jueves el teniente coronel jefe de la Guardia Civil de Huesca, Vicente Reig, y el teniente responsable de los grupos de rescate, Antonio Usieto, durante la presentación en rueda de prensa de los datos sobre rescates en montaña en el primer cuatrimestre de este año.
Durante la comparecencia, que ha presidido la subdelegada del Gobierno en el Alto Aragón, María Teresa Lacruz, los responsables de la Guardia Civil han explicado que las adversas condiciones climatológicas registradas a lo largo de las últimas semanas han provocado una situación "excepcional" de cara a los rescates.
Esto ha obligado a estos grupos a intervenir al mismo tiempo en barrancos y en zonas de alta montaña cubiertas de nieve, y a hacer frente, el pasado 2 de este mes, al rescate del cadáver de una mujer de San Cugat del Vallés (Barcelona) en el pico del Posets.
Las estadísticas de accidentalidad en montaña correspondientes a los primeros cuatro meses del año muestran que en este periodo se registraron seis muertes, una más que el año pasado, y fueron rescatadas 50 personas heridas, dos más que en el mismo periodo de 2012.
La diferencia existente entre las 1.761 personas rescatadas ilesas este año y las 35 del anterior ejercicio tiene su origen en los cientos de personas que tuvieron que ser evacuadas el pasado mes de enero de la estación pirenaica de Panticosa (Huesca) debido al mal tiempo.
La subdelegada del Gobierno en Huesca ha apelado a la prudencia a la hora de planificar actividades en montaña o en barrancos debido a la peligrosidad que pueden plantear a los aficionados a este tipo de actividades.
Planificar la ruta previamente, informarse sobre las condiciones climatológicas previstas, dotarse de una equipación adecuada e informar del recorrido a realizar son algunos de los consejos en los que insisten los responsables de los grupos de rescate.
