En ocasiones, son las propias necesidades de los ciudadanos las que van dando forma al paisaje urbano. Un ejemplo es, en la capital oscense, el paso que se ha establecido entre las calles de Almudévar y San Úrbez sobre la antigua vía del tren, sobre la que pasaban las máquinas hasta 2007. Este camino pertenece al solar de las antiguas harineras y a pesar de que no ha sido urbanizado ni cuenta con señalización o iluminación, es usada a diario por conductores, ciclistas y paseantes, evitando así dar un rodeo por la avenida de Martínez de Velasco o por Ronda Estación, con el fin de acceder más rápidamente al otro lado de la ciudad. Esta senda está flanqueada por naves industriales y talleres, además de una zona de cañaverales y una huerta. En la calle de San Úrbez hay además un bloque de pisos, junto a otras propiedades particulares.

Como explica Prudencio Brau, que cuenta con una pequeña finca en la citada vía, esta travesía se utilizaba antiguamente para cargar y descargar los trenes de mercancías desde la antigua fábrica. De hecho, todavía pueden adivinarse en el suelo los raíles sobre los que circulaban las vagonetas. “El proyecto para edificar aquí está ahora parado y parece que todavía habrá que esperar”, explica Brau. Como recuerda este vecino, los solares sobre los que se encontraban las fábricas, de ocho hectáreas de extensión, aguardan todavía que prospere el proyecto de urbanización de los terrenos, donde está prevista la construcción de 1.300 viviendas.

Carlos Oliván es otro de los usuarios de este sendero y como asegura, le preocupa la seguridad de otros viandantes que, como él, la atraviesan de forma frecuente. “Se trata de un terreno que estaría mejor urbanizado. Ahora parece que no tenga ni dueño ni ayuntamiento, está dejado de la mano y con el tiempo, se puede convertir en un vertedero”, asegura este viandante. Y añade, “sin una señalización adecuada puede pasar cualquier cosa. O se cierra o se organiza de otra forma. Es un peligro total”. “Claro que nos gustaría que se arreglara”, comenta, por otra parte, Gonzalo Barrantes. Como asegura, este atajo le permite acceder a una sucursal bancaria en la zona de Los Olivos, “sin tener que dar tanta vuelta”.

Maleza y basura sobre la antigua vía del tren

A María Pilar Rodrigo, quien recorre también a pie este camino, le gustaría, además, que “se conservara al menos un pequeño tramo de la vía”, con el fin de que añada atractivo estético a la nueva zona. Desde la Asociación de Vecinos del barrio de La Encarnación, donde se encuentra uno de los extremos de esta vía creada por el uso, preocupa, por otra parte, el estado de abandono en el que se encuentran los antiguos raíles del tren. Como insiste su portavoz, Sara Mairal, el viejo trazado se halla todavía envuelto en maleza y aumenta poco a poco la basura. Este tramo, que va desde el antiguo complejo de las harineras hasta la calle Ricardo del Arco, es todavía propiedad de ADIF. En esta ocasión, se proyecta la construcción de un bulevar.-