Cientos de espectadores, en la Enclavación de Ayerbe

La medianoche del Jueves al Viernes Santo, las calles de Ayerbe regresaban al Nuevo Testamento con motivo de la representación del auto sacramental de la Enclavación. En esta fiesta, declarada de Interés Turístico en Aragón, los vecinos representan el momento en el que Cristo es clavado en la cruz junto a los dos ladrones. La representación tradicional de Semana Santa congregó así a cientos de visitantes llegados del conjunto de Aragón, además de otras provincias, como Barcelona, Madrid, Pamplona, San Sebastián, Málaga, Murcia, Valencia e incluso Canarias.

El acto dio comienzo con la concentración a la puertas de la iglesia parroquial de San Pedro de las cofradías de la localidad, además de las bandas participantes, que en esta edición han sido: el orfeón Reino de los Mallos, el grupo de ‘carraclas y matracas’ de Alcalá de Gurrea y los tambores de las cofradías del Prendimiento y la Sangre de Cristo, de Huesca y Nuestra Señora de la Soledad de Bolea, además del jotero Roberto Ciria. Los actores que representaban a Jesús y los ladrones fueron escoltados  por antorchas, además del grupo de romanos de la localidad, las tres Marías y cientos de vecinos y visitantes.

A la llegada de la comitiva a la plaza del pueblo tenía lugar la representación de las últimas horas de vida de Cristo, que finalizó con la ‘rompida de la hora’ que produjo el estallido de los tambores, en medio de una atmósfera que, como explican desde la localidad “encogía los corazones”.