Huesca

La Archicofradía de la Vera Cruz ultima los preparativos de la Semana Santa

Se han reparado cuatro pasos y adquirido 60 nuevos estandartes para los romanos. Tres de las procesiones cambiarán este año de recorrido.

Archicofradía de la Vera Cruz..
La Archicofradía de la Vera Cruz ultima los preparativos de la Semana Santa
J. S.

El comienzo de la Semana Santa está cada vez más cerca y la actividad es incesante en los locales de la Archicofradía de la Santísima Vera Cruz de Huesca, encargada de coordinar los actos de esta festividad religiosa. En el almacén de la avenida de Ramón y Cajal, se procede estos días a poner a punto los pasos, algunos de las cuales saldrán este año a las calles de la capital altoaragonesa con un aspecto renovado. “A pesar de la carestía de medios y de que hemos limitado las actuaciones que teníamos previsto realizar han sido más de las esperábamos”, comenta José Luis Gómez, portavoz de la Archicofradía.


De esta forma, se ha reparado la parte plateada que rodea la base de la peana del paso de la Dolorosa, que se encontraba “muy deteriorado y abollado”, en palabras de Gómez. “Una vez se hizo, se vio que había mucho contraste con el resto de las zonas metálicas del paso, por lo cual, se procedió también al arreglo del zócalo superior, de los 24 candelabros y de los jarrones. También se han arreglado las esquinas de la peana”, explica el cofrade. Se ha recuperado también la peana del Cristo Yacente, la imagen que cierra la procesión. “El año pasado se empleó la peana nueva del Cristo Resucitado, pero así como para aquel quedaba muy bien, en este caso la imagen quedaba suelta en lo alto del paso, por lo que decidimos recuperar su antigua peana”, relata Gómez. El paso se sacaba en procesión sobre una plataforma provista de ruedas. Ahora, con el regreso de su soporte original, volverá a llevarse a hombros.


Además, se han llevado a cabo otros trabajos de menor envergadura, como el repintado del suelo sobre el que transcurren las escenas del Prendimiento y la Oración en el Huerto, cuyo color se había desgastado con el paso del tiempo. “Les hemos dado un color tierra, como hicimos con la Caída de Jesús en la Calle de la Amargura, el Descendimiento, La Piedad y La Enclavación. Se trata de pequeños detalles que cuestan poco dinero y que encuentran una buena cogida en el exterior”, manifiesta Gómez. También se ha mejorado el dorado de los estandartes de los romanos y se han adquirido 60 más. El año pasado, explica Gómez, contaban con 40. Visto que había demanda para participar en la procesión, se decidió ampliar este año el número de estandartes hasta el centenar. “Esperamos hacer corto y poder contar con más para el año que viene”, es el deseo del portavoz de la Archicofradía.

Cambios en los recorridos

Este año, además, como revela el cofrade, habrá cambios en el recorrido de algunas de las procesiones. La del Cristo de Los Gitanos, la noche del domingo, ampliará su recorrido por la calle de Sancho Abarca, la popular ‘pataquera’, donde han finalizado recientemente las obras de reurbanización emprendidas por el Ayuntamiento dentro de su Plan de Movilidad. El martes por la tarde, el Cristo atado a la Columna que portan los alumnos, ex alumnos y familiares del colegio San Viator, realizará su ascenso por la calle de Villahermosa, en vez de por la de Moya. El motivo: la celebración del 60 aniversario del centro educativo, cuya antigua sede se encontraba en el citado palacio, ahora Centro Cultural de Ibercaja. El mismo día, aunque por la noche, los cofrades de la Preciosísima Sangre de Cristo tendrán que sortear las obras de peatonalización del centro urbano, regresando a la plaza de San Lorenzo desde la calle de Argensola antes de emprender su camino de regreso a la plaza de Santo Domingo.


Como asegura el portavoz de la Vera Cruz, también han notado la crisis en el seno de la Archicofradía, ya que han sido varias las cuotas de suscripción devueltas por los socios. “La crisis llega a todas partes y a pesar de que se trata de cantidades, en su mayoría, pequeñas, a partir de 5 euros anuales –aunque se puede llegar hasta los 300– nunca se habían producido tantas devoluciones como ahora”, lamenta José Luis Gómez. Agradece, además, el apoyo de las instituciones.


En su opinión, Huesca cuenta con un patrimonio relacionado con la Semana Santa del que sentirse orgulloso, ya que, al contrario que en otras ciudades, los pasos no se perdieron durante la Guerra Civil. “Estamos sacando a la calle seis pasos de finales del siglo XVII y comienzos del XVIII y dos más de 1865. Además de siete pasos de comienzos de la década de los veinte de Tomás Marqués y los cuatro últimos pasos de Felipe Coscolla que quedan, realizados entre 1923 y 1929. Entre el resto hay otro paso de los años cincuenta hay un par de los últimos años de los sesenta”, explica Gómez, “todo ello, de un valor incalculable”.