Las obras para la peatonalización de la calle Berenguer han llegado ya a la segunda mitad de la vía y ahora les toca sobrellevarlas a dos establecimientos hosteleros y un comercio. Dos de estos locales, el bar restaurante Rokelin y la perfumería Compairé, cuentan con otra entrada por la calle Padre Huesca. Para acceder, sin embargo, al bar restaurante La Vicaría, es necesario pasar entre los trabajadores y la maquinaria. “En principio no ha habido molestias, hasta hace un par de días que han tenido que levantar la acera. Ahora está peor para acceder al bar, pero bueno, las obras hay que hacerlas, no hay otro remedio”, explica Óscar Callizo, desde este establecimiento comercial.

Como asegura, hasta el momento, el número de clientes no ha variado, “aunque esta mañana ha sido más complicado el acceso, porque estaban las máquinas en la puerta, pero esperamos que dentro de un día o dos todo se normalice”, comenta el hostelero. Y añade: “En mi opinión, si hay menos clientes es por la crisis, no por la peatonalización, que creo que va bien en todos lados, aunque tendremos qué ver cómo se desarrolla en Huesca”.

“Por suerte, tenemos dos puertas”, afirma, por otra parte, Luis Ferrer responsable del Rokelin. “Después de que habían echado la grava, es la cuarta vez que abren una zanja nueva y siempre sale un problema u otro, pero al final, los problemas son para nosotros”, asegura este hostelero. En su opinión, “si todo de por sí está ya mal” a causa de la actual situación económica, “con esto, es todavía peor”. Le preocupa, por otra parte, que la calle no será peatonal del todo, ya que seguirán circulando los vehículos de los garajes vecinos. “No habrá aceras, pero sí circulación”, sostiene Ferrer.

Además del ruido y el polvo, ahora deben enfrentarse, además, al mal olor que surge de la zanja recién abierta y que puede tener su origen en las cañerías. “Esperemos que todo pase lo antes posible, pero ahora van con retraso, ya que están surgiendo problemas, pensamos que con los desagües. Pero aguantaremos”, informó el hostelero. Tiene su esperanza puesta en los días de Semana Santa. “Suelen ser días buenos para nosotros, aunque esto nos va a fastidiar bastante, pero bueno, si queremos que se arreglen las cosas, habrá que aguantar”, concluye Ferrer.

Obras de saneamiento

Desde el Ayuntamiento de Huesca, por otra, se ha asegurado que las obras mantendrán el plazo previsto, fijado para el próximo mes de abril. “Las obras implican que se estén acometiendo también trabajos de saneamiento en las redes de abastecimiento de agua y tal vez esté ahí la causa del olor”, comentan fuentes municipales. “Este olor, sin embargo, venía ya de antes, por lo que esta labor de saneamiento será positiva”, añaden dichas fuentes.