'Heridas crónicas: un abordaje integral' es el título del libro elaborado por cinco profesionales de la enfermería del Hospital Sagrado Corazón de Huesca y que se ha convertido ya en un texto de referencia para el gremio. Con una primera edición de 1.000 ejemplares ya agotada, sus autores -Marisol Ballabriga, Teresa Moya, Alma García, Lourdes Gállego y Miguel Ángel Allué- acaban de recibir de la imprenta la segunda. Han contado además con la colaboración de la doctora especialista en Geriatría, Mercedes Clerencia. El volumen, editado por el Colegio Oficial de Enfermería de Huesca, se ha distribuido de forma gratuita en hospitales, centros de salud y desde la citada entidad. Ha sido declarado, además, de interés profesional por el Grupo Nacional de Estudio y Asesoramiento de Úlceras por Presión y Heridas Crónicas. Puede consultarse también a través de la intranet del hospital oscense y en la página web: www.gneaupp.es, del mencionado grupo de trabajo.

La elaboración de este estudio, como explica Marisol Ballabriga, les llevó aproximadamente un año y medio. La parte más costosa fue, asegura esta profesional, "elaborar la bibliografía, que cuenta con 76 referencias y 10 guías de práctica clínica publicadas en España". "En este hospital llevamos muchos años trabajando con pacientes que padecen heridas crónicas. Se trata también de un motivo de ingreso y contamos con una unidad de apoyo", comenta esta profesional. Espera, de esta forma, que el libro sirva como apoyo a otros facultativos que, como ellos, se enfrenta a diario con este tipo de dolencias. "No tratamos solo heridas, sino pacientes. Por eso, contamos cómo tratarles de acuerdo con su enfermedad. No es lo mismo una herida producida por la diabetes en los pies que la que se produce cuando el paciente está inmovilizado en la cama", añade Ballabriga.

Para su compañera, Teresa Moya, resulta fundamental, ante todo, la prevención. "Hemos visto heridas que, en su momento, no se les ha dado la importancia que tenían y que después han empeorado. Por ejemplo, en el caso de las roturas de cadera, podemos encontrar pacientes recuperados de la fractura, pero que padecen una herida de las llamadas de presión (surgida durante la convalecencia, por inmovilidad del paciente) que se podría haber evitado", señala. Insiste, por otra parte, en que su cometido a la hora de elaborar este estudio ha sido, ante todo "de unificar los criterios de tratamiento ya existentes, para que sirva de herramienta a nuestros compañeros".

"Queremos mantenerlo al día"

El texto surge así, como recuerda Lourdes Gállego, otra de las autoras, de su propia experiencia en el día a día del hospital. "Se trata de heridas que producen dolor y eso es algo que tenemos que tener en cuenta a la hora de realizar la curación, retirar los apósitos o de llevar a cabo otras labores, como el aseo", afirma Gállego. Como explica su compañero, Miguel Ángel Allué, el hecho de que se haya publicado una segunda edición pone de manifiesto que existe una demanda por este tipo de manuales. "Se trata de un documento muy accesible, que ha sido distribuido en varios centros sanitarios y que puede descargarse de internet. A partir de ahora intentaremos actualizarlo progresivamente y mantenerlo al día", asegura Miguel Ángel.

En el caso de las heridas agudas de escasa gravedad, las que se producen de forma puntual, por caídas o cortes, Alma García, también firmante del libro, recomienda además acudir a un especialista cuando la lesión no cicatrice en el tiempo esperado. "Si vemos que evoluciona de forma negativa, se debe acudir a un especialista, que nos remitirá al profesional médico recomendado", recomienda Alma, "en el caso de las heridas crónicas, existe una patología detrás, como diabetes o problemas circulatorios mayores".