La capital oscense vivía la tarde del lunes una multidinaria hoguera de San Vicente, a pesar del viento y el frío. Oscenses y visitantes llenaban la plaza de Mosén Demetrio Segura, frente al parque de bomberos, para disfrutar de las patatas asadas, la longaniza, el vino y los churros que se repartían frente al fuego, además de los fuegos artificiales y la música del grupo Gaiters de Tierra Plana. “La cola, por suerte, va ligera”, comentaba Clara Fumanal, mientras esperaba en la fila junto a Visi Cabrero y Olga Arbués. “Hacía más frío el año pasado, pero aún con todo, hemos venido muy preparadas, porque todos los años bajan mucho las temperaturas”, añadía Visi. “Me parece muy bonita esta tradición, vengo desde que era pequeña y me trae muchos recuerdos”, intervenía Olga.

“Hace frío, pero en enero tiene que ser así y hay que aguantarlo. Por lo menos, estamos pasando este rato de forma amena”, comentaba, algunos puestos más atrás, Miguel Ara, quien acudía acompañado de su esposa. “Es el primer año que vengo y me está gustando esta tradición, gracias a la hoguera, hay calorcito, además hay música y también fuegos artificiales. Me gusta mucho”, añadía, por otra parte, Sandra Quintanilla, quien había acudido desde Binéfar. “Llevamos haciendo cola media hora, pero merece la pena, porque nos gusta celebrar San Vicente. Las patatas están muy buenas y siempre te encuentras con gente conocida”, comentaba, además, Flor Sampietro, quien acudía acompañada de su amiga, Fina Subirón. Ambas, cuentan con orgullo, participan en el coro Arcadia, de la Fundación Agustín Serrate. “Nos estamos helando, pero por suerte, la longaniza está muy rica”, añadía Fina.

La cola daba comienzo en las proximidades de la Plaza de Toros. En una media hora, más o menos, podía alcanzarse la mesa en la que las mairalesas de las fiestas de San Lorenzo, además de diferentes miembros de la corporación municipal, repartían las viandas. “Hace un poco de frío, pero lo estamos pasando muy bien, la verdad, porque se ve que la gente está disfrutando”, aseguraba Cecilia Rosera, mairalesa mayor del barrio del Perpetuo Socorro. En total, se distribuyeron 1,2 toneladas de patatas, 250 kilos de longaniza, 1.000 churros, 90 litros de vino, 1.500 botellines de agua y 4.000 platos, vasos y servilletas. De todo ello se pudo disfrutar sobre 200 metros de mantel.

Pendientes de las llamas

Tan atrayente como las patatas, la longaniza y los churros, resultaba la idea de calentarse unos minutos frente a las llamas. Con cuidado, eso sí, de no ponerse en contra del aire, ya que de vez en cuando, podía escaparse alguna chispa. “La verdad es que hoy hemos estado todo el día un poco pendientes del viento, por si acaso era necesario suspender la hoguera o los fuegos artificiales, ya que nos había llegado una alerta de que los vientos podían llegar hasta 80 kilómetros hora. Al final, se han podido celebrar, porque las rachas han bajado a 20 kilómetros hora, aunque con las medidas de precaución necesarias”, explicaba Miguel Ángel Extremo, jefe de bomberos del parque oscense. El dispositivo de seguridad coordinaba a alrededor de personas, entre bomberos, agentes de Protección Civil, Cruz Roja, Policía Local y miembros del 061.

El programa festivo incluye para hoy, día del Santo, entre otros actos, la tradicional misa a las 11.00 en la iglesia de San Vicente el Real (La Compañía), la realización de visitas guiadas, a partir de la misma hora y con salida, también, desde el templo. A las 13.00 y en Círculo Oscense, se hará entrega del título de Hijo Predilecto de la Ciudad al escritor, dramaturgo y traductor de Boltaña, Ramón Gil Novales. A las 18.30, además, tendrá lugar en el Palacio de Congresos, la XXI Muestra de Danza y Folclore Ciudad de Huesca.