Todos los Santos

El buen tiempo anima a los oscenses a acudir al cementerio

La Policía Local se ha encargado de organizar el tráfico y el aparcamiento para evitar los atascos.

Caminando por el borde de la calzada, en transporte público o en sus propios vehículos, han sido numerosos los oscenses que han aprovechado la buena temperatura con la que ha amanecido la festividad de Todos los Santos en la capital altoaragonesa para acercarse a recordar a sus seres queridos en el cementerio de la ciudad. Los autobuses municipales partían cada media hora desde la plaza de Navarra, mientras, en las afueras del camposanto, los agentes de la Policía Local se ocupaban de organizar las plazas de aparcamiento y de dirigir el tráfico con el fin de evitar que se produjeran embotellamientos.


En el interior del recinto, los visitantes, muchos de ellos con flores en la mano y útiles de limpieza, se esforzaban en buscar las lápidas de amigos y familiares. “Se encuentra por esta fila de aquí, estoy seguro”, podía escucharse comentar a más de uno mientras recorría las diferentes hileras de nichos y sepulturas. También estaban aquellos que esperaban su turno para utilizar las escaleras con las que llegar a las partes más altas y también los que hacían cola frente a las fuentes para limpiar las jardineras y sustituir los viejos centros de flores por otros nuevos.


“Nosotros ya fuimos ayer en el pueblo y hoy venimos para visitar a los familiares que tenemos aquí”, comentaba Carmen Gabarre, quien acudía acompañada por Félix Gabardún, que añadía: “también nos gusta visitar a nuestros amigos y vecinos”. Según aseguraba Carmen, han encontrado el cementerio “muy bien arreglado”. “Además el día acompaña”, valoraba Félix. Ambos aseguran cómo lo importante en este día, es “recordar a los seres queridos, aunque no se venga al cementerio”.


“Este día está muy bonito el cementerio, con tantas flores. Además hace muy buena temperatura y hay un buen ambiente”, aseguraba, por otra parte, otra vecina de Huesca, Marta Pérez. “Durante el resto del año es otra cosa. Yo vengo todas las semanas y no hay casi nadie y es una pena”, comentaba Marta. Para Pedro García, además, la crisis también ha afectado a esta festividad ya que, como recordaba: “otros años venía más gente y se ponían más flores, aunque lo cierto es que todo el mundo se acuerda de sus seres queridos”. Pedro opina que el camposanto oscense se encuentra “muy bien cuidado, muy limpio y en muy buenas condiciones”.


Destacaban, un año más, por el colorido y la riqueza ornamental de los ramos y centros de flores preparados para la ocasión, las lápidas de los oscenses de etnia gitana, reunidos en grupo en torno a sus allegados. “Este día es muy especial para nosotros, lo tenemos muy dentro del corazón”, comentaba Conchita Bautista, quien había acudido con muchos de sus familiares y amigos. “Estamos dos o tres horas por la mañana y otras dos o tres horas por la tarde. Nos reunimos toda la familia, y vienen incluso parientes de Fraga y Tarragona”, añadía Conchita.

“Como si estuviésemos en nuestro país”

Y aunque no tenían a ningún familiar, también acudieron a visitar el cementerio de Huesca, Lucy Gayón y Lizaidi Iguita, originarias de Colombia, con un propósito muy especial. “Nosotras no somos de aquí, así que elegimos la tumba que esté más abandonada. Le pedimos permiso al ánima y en nombre de nuestra familia, le colocamos flores y le rezamos. Así nos parece que estamos en nuestro país”, relata Lucy. En su opinión, las tumbas del cementerio oscense están este día “muy bonitas, la gente invierte mucho en ellas. Parece que este día sea una fiesta”.-