Los vendedores ambulantes reciben con satisfacción la nueva ordenanza

Con satisfacción, aunque todavía con alguna reivindicación pendiente. Así han acogido los vendedores ambulantes de Huesca la nueva ordenanza que rige esta actividad. Los portavoces de los vendedores, con Esther Jiménez a la cabeza, se reunían la mañana del martes con la concejal del área, Ana Acín, para tratar el nuevo reglamento. “No se puede cambiar todo lo que se quiere, pero algo hemos conseguido”, aseguró Jiménez.

De esta forma, según comentó la portavoz de los vendedores, los familiares de hasta segundo grado podrán, a partir de ahora, hacerse cargo del puesto en ausencia del titular, cuya presencia hasta ahora era obligatoria. De la misma forma, podrá ocuparse parte de la superficie reservada para el vendedor de al lado –nunca más de un módulo, esto es: 2 metros de largo por 3 metros de fondo- cuando este no haya podido montar su puesto. “Se trata de aspectos para nosotros muy importantes y que antes eran muy difíciles de llevar a cabo”, aseguró Jiménez.

La portavoz de la Junta oscense de Mercados celebró igualmente las nuevas medidas que deben tener los puestos: 1 módulo como mínimo y 5 como máximo, 6 en el caso de los camiones-tienda. “Antes los puestos de venta debían ser de 3 o de 5 metros. De esta forma, el mercado queda más compacto, más unificado”, señaló Esther Jiménez. Destacó además la “buena armonía” existente con los agentes de Policía Local encargados de la vigilancia.

100 euros por 8 metros

Entre las reivindicaciones todavía pendientes, la representante de los vendedores destacó, por otra parte, el precio de las tasas mensuales, a pesar de la rebaja del 15% que figura en el nuevo reglamento, que se suma a otra rebaja del mismo índice aplicada por la anterior corporación municipal. “En mi caso, que cuento con un puesto de 8 metros de largo, pago 147 euros al mes, cuando en Zaragoza son 80 euros. 100 euros sería, en mi opinión, lo justo”, aseguró Jiménez. Y añadió: “Hay que tener en cuenta que ahora casi no vendemos nada y que muchos de nuestros compañeros han tenido que dejar sus puestos porque no podían hacer frente a estos gastos”.

Siguen reivindicando además que el mercadillo de los sábados pueda cambiar su ubicación habitual, de la explanada delantera del complejo deportivo municipal San Jorge, a un emplazamiento más céntrico, como la plaza de Luis López Allué. “Nos iría muy bien, porque los sábados acudimos menos vendedores al mercadillo y en días de viento, como los de esta semana, no puede montar su puesto casi nadie”, aseguró la representante de la Junta.

Jiménez destacó además la excelente sintonía que mantienen con la concejala responsable de esta área, Ana Acín. “Se preocupa de verdad por nosotros y el mercado, en mi opinión, ha ganado mucho en tranquilidad y en imagen. La relación con el anterior concejal, también era muy positiva”, aseguró la portavoz de los vendedores.