Primer aniversario del 15-M

Los 'indignados' oscenses defienden la sanidad y la educación públicas

Varios cientos de personas tomaron el centro de la capital oscense con una marcha multicolor, reivindicativa y festiva.

La cabecera de la manifestación incluía lemas como el de la imagen, en favor de las personas.
Los indignados oscenses defendieron la sanidad y la educación públicas
J. S.

Varios cientos de personas se han manifestado el sábado en Huesca para recordar el primer aniversario del movimiento 15-M, en un acto que ha transcurrido de forma tan reivindicativa como pacífica y festiva. La concentración daba comienzo así sobre las 19.00 en la plaza de Navarra, frente al casino, donde tuvo lugar también la acampada en 2011. Casualmente, los miembros de la marea multicolor coincidieron al mismo tiempo que formaban la marcha, con una concentración de coches clásicos.


Enseguida comenzaron a ponerse en alto las numerosas banderas y pancartas que portaban los manifestantes y en las que podían leerse lemas como: "Rajoy, si quieres recortar, córtate las barbas" o "SOS, las personas primero"; junto con otros elementos, como banderas republicanas, unas enormes tijeras o unas siluetas que cuestionaban los recortes en educación y sanidad, así como la reforma laboral. La manifestación siguió un recorrido alternativo al de las últimas protestas públicas vividas últimamente en la capital altoaragonesa, como fue el caso del 1 de Mayo o la huelga general del 29-M.


De esta forma, el itinerario dio comienzo en la plaza de Navarra para continuar después por la calle de San Orencio y girar desde la plaza de San Lorenzo para alcanzar el Coso Bajo. Una vez pasadas las Cuatro Esquinas, la marcha ascendió hasta la plaza de la Inmaculada y desde allí, tomar la calle de Valentín Carderera. En esta vía, la cabecera de la manifestación realizó una parada ante el colegio del Parque, en recuerdo de las últimas movilizaciones a favor de la escuela pública.

"Menos elefantes y más educación"

 

Durante el recorrido no dejaron de escucharse todo tipo de cánticos y eslóganes, acompañados de la música de gaitas y tambores. Hubo para todos. Así, pudo escucharse desde: "Menos elefantes y más educación", hasta "Para Rato sí hay dinero, pero no para el obrero", pasando por "No es una crisis, es el sistema" o "Estoy hasta las tetas de tantas hipotecas", y también el clásico: "No nos moverán". El recorrido fue seguido en todo momento por las fuerzas del orden público.


"El actual Gobierno ya sabía lo que había cuando llegaron y no podemos tolerar el tipo de medidas que están llevando a cabo. No me parecen justas, porque lo estamos pagando los trabajadores", aseguró Carmen Gómez, una de las manifestantes. David Pardina, otro de los jóvenes que acudió ayer a manifestarse, había vivido previamente el movimiento 15-M en Barcelona. "Este movimiento nace para pedir una democracia un poco más real. Hay un montón de currantes que se están ganando la vida como pueden y otros que se están llevando todo el dinero sin hacer nada, y eso te da que pensar. Pero más te da qué pensar que hayan ganado las elecciones quienes las han ganado", aseguró David.


Para Lorién Gimeno, por otra parte, este 12-M es una "manifestación mundial por un cambio global, cuando se cumple el primer aniversario del 15-M y para que todo el mundo sepa que seguimos en activo y que es el 99% de la población la que está desfavorecida". "El 15-M representa los cambios que la sociedad quiere hacer. Estamos ante un sistema que nos está machacando a todos los niveles: político, social, económico… Y queremos decir que queremos otra cosa. Esa es una de las razones por las que estamos aquí. Es imposible poder reivindicar solo una cosa", añadió por otra parte, Iñigo Aramendi, quien acudió junto con otros compañeros de Equo, aunque "como un ciudadano más".


La manifestación finalizó en forma de asamblea, con sus integrantes sentados en un gran círculo en plaza de Navarra, ante el casino, donde había comenzado. Allí se cantó, se dieron discursos de forma espontánea y también se leyó el manifiesto preparado para la ocasión y en el que se reivindicaron "seis razones entre millones": la no aceptación del rescate financiero a los bancos, una educación y una sanidad públicas, el reparto justo del trabajo, una vivienda digna, el reparto equitativo de la riqueza y una democracia real.