Tecnología

Huesca, una de las 23 urbes de España que avanza en aplicaciones para ahorrar

Las 23 urbes españolas que forman parte de la Red Española de Ciudades Inteligentes (RECI), entre ellas Huesca, han avanzado en Murcia la puesta en común de proyectos tecnológicos impulsados por una o varias de ellas en energía, movilidad, medio ambiente o urbanismo sostenible para mejorar su eficiencia y ahorrar costes.

Las 23 urbes españolas que forman parte de la Red Española de Ciudades Inteligentes (RECI), entre ellas Huesca, han avanzado en Murcia la puesta en común de proyectos tecnológicos impulsados por una o varias de ellas en energía, movilidad, medio ambiente o urbanismo sostenible para mejorar su eficiencia y ahorrar costes.


El alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, presidente de la RECI, que se constituirá formalmente en junio en Valladolid, ha explicado en rueda de prensa en un receso de la reunión que con su unión estas ciudades tratan de aunar esfuerzos, repartir el trabajo en la investigación del conocimiento, generar sinergias, ahorrar costes y evitar duplicidades en la concreción de los proyectos.


Según De la Serna, la RECI es interlocutora con administraciones como la central o la FEMP y fomenta la colaboración público-privada para ofrecer mejores y más avanzados servicios a la población con la mayor eficacia y eficiencia energética y medioambiental al mínimo coste posible, para así contribuir "a la mejora de la competitividad tan necesaria en España en estos momentos de crisis económica".


Las reunidas (Barcelona, Burgos, Cáceres, Castellón, A Coruña, Logroño, Huesca, Madrid, Málaga, Murcia, Palencia, Pamplona, Salamanca, Santander, Segovia, Sevilla, Valencia, Valladolid y Vitoria -completan la RECI Sabadell, Rivas-Vaciamadrid, Palma y Alicante-) trabajan en 5 áreas: Energía, Innovación social, Medio ambiente, infraestructuras, habitabilidad edificación y urbanismo sostenible, Movilidad urbana, y Gobierno, economía y negocios.


Entre sus proyectos los hay de compatibilidad de sistemas de recarga de vehículos eléctricos; central de compras para servicios sociales; sistemas de pago, registro de la huella ecológica o de los consumos energéticos con telefonía móvil; realidad aumentada y sensores para riego inteligente, ruido, CO2 o prelocalización de aparcamientos.


Para ello cuentan de momento con la colaboración en distinto grado y por diferentes vías de empresas, sin coste para los ayuntamientos, como Telefónica, HC Energía, Fundetec, Correos o IBM.


Estas ciudades tratan de poner también en común protocolos únicos para los pliegos de condiciones de contratación de obras o servicios públicos que contemplen catálogos con las mejores y más eficientes innovaciones tecnológicas disponibles en el mercado para aplicarse a la gestión del suministro de agua potable o de los residuos urbanos.


En este último terreno, De la Serna ha puesto como ejemplo la mejora y el ahorro de medios materiales y humanos que supondría la instalación de sensores que informaran telemáticamente del nivel de llenado de los contenedores de basura, lo que permitiría optimizar los recorridos de los camiones y empleados que los recogen.


De la Serna ha añadido que se trabaja también en red para homogeneizar y simplificar el trabajo de elaboración de ordenanzas municipales, atraer a las empresas a crear aplicaciones prácticas para la mejora de los servicios públicos y obtener de la Unión Europea la mayor cantidad posible de fondos para financiarlas.