Patrimonio

La estación de Canfranc se podrá visitar en 2014

El consejero aragonés de Obras Públicas dice que el edificio tiene capacidad para albergar por lo menos cuatro tipos de usos: hotelero, educativo como universidad de invierno, comercial y cultural.

Estación de Canfranc
Aragón, modernidad a imagen y semejanza
HA

La estación internacional de Canfranc remodelada podrá ser visitada por los ciudadanos en el año 2014, aunque no será hasta el 2015 o 2016 cuando puedan ser utilizados los usos hotelero, educativo, comercial y cultural que se le quieren dar al edificio.


Así lo ha señalado el consejero aragonés de Obras Públicas, Urbanismo, Vivienda y Transportes, Rafael Fernández de Alarcón, tras presidir su segunda reunión del Consorcio Urbanístico Canfranc 2000, en la que se ha marcado la "hoja de ruta" del futuro de la estación internacional para los próximos años.


En la reunión, ha dicho el consejero a los medios de comunicación, se han llegado a los acuerdos necesarios para seguir caminando hacia la recuperación de ese espacio para Canfranc (Huesca) y para Aragón, con unos usos que generen actividad económica y empleo en la zona.


Según Fernández de Alarcón, la recuperación de la estación empezó con una primera reestructuración del edificio, con el objetivo de evitar que siguiera sufriendo daños estructurales, que tuvo una aportación del Gobierno aragonés de casi nueve millones de euros.


Ahora se está acabando la segunda fase, que es la transmisión de la titularidad del edificio al Ejecutivo autonómico, y la siguiente será la presentación del edificio y del potencial del mismo a los emprendedores y empresas que quieran utilizarlo en el futuro, ha explicado.

Cuatro tipos de usos


Según el consejero, el edificio tiene capacidad para albergar por lo menos cuatro tipos de usos: hotelero, educativo como universidad de invierno, comercial y cultural, con un museo ferroviario y la recuperación de la historia de la propia estación y de las relaciones entre España y Francia.


Para este último uso todavía no se ha encontrado iniciativa privada, ha comentado.


Unos usos que, ha dicho, se enriquecerán entre si porque serán compatibles y complementarios, aunque la gestión será llevada a cabo por la empresa pública Suelo y Vivienda de Aragón.


La siguiente fase, compatibilizándola con el mantenimiento de la estación, consistirá en el traslado de la estación a su nueva sede, un poco hacia el sur dentro del mismo edificio, dentro del proyecto de recuperación del ferrocarril de Canfranc.


Posteriormente, se prevé la utilización de esa plataforma para, entre otras cosas, ser la base de los teleféricos que "todos deseamos" que unan las estaciones de los valles de Aragón y de Tena.


Aunque este proyecto de una red de teleféricos, con el "debido respeto" a Peñarroya y a la zona intermedia, no deja de ser un estudio previo, ha agregado.


Sobre los plazos, ha informado de que la exposición de emprendedores se hará antes del verano de 2013, para lo que cuentan con el Colegio de Ingenieros de Caminos y de Arquitectos que van a contribuir a la generación de nuevas ideas.


Después se convocará un concurso público para la utilización del edificio en cuatro partes, que desean que sea en 2013 o 2014, aunque ha reconocido que se requiere un tiempo para que los emprendedores se interesen por el proyecto.


Los emprendedores empezarán a trabajar "si todo está bien" en las obras en el 2014 o en el 2015, un plazo "lógico y creíble", aunque si se puede adelantar se intentará, ha afirmado.


Fernández de Alarcón ha señalado que ya están en contacto con algunas universidades privadas que pudieran estar interesadas en la universidad de invierno y con alguna entidad hotelera.


"Les parece viable inicialmente, aunque todavía no están hechos los números", ha añadido.


Sobre el cambio de titularidad de la estación del Adif al Gobierno de Aragón, ha informado de que se están resolviendo "algunos flecos" en cuanto al espacio circundante del propio edificio que necesitan utilizar.


Posteriormente habrá que desafectar del uso ferroviario a una parte del edificio, un proceso que según el consejero será administrativamente largo hasta que se consiga escriturar, aunque los acuerdos fundamentales están tomados.