Patrimonio

Ayerbe y Mediano catalogan sus monumentos como Patrimonio Cultural Aragonés

El auto sacramental de La Enclavación pasa a ser además Fiesta de Interés Turístico

La enclavación
La enclavación

La provincia de Huesca cuenta desde ayer con dos nuevos edificios históricos catalogados como Bienes Catalogados del Patrimonio Cultural Aragonés y una Fiesta de Interés Turístico en Aragón. Se trata así, por un lado, del conjunto formado por la iglesia de La Asunción de Nuestra Señora y el ‘esconjurandero’ (donde se conjuraban las tormentas y plagas) de Mediano, en el término municipal de La Fueva y por otro, de la ermita de Santa Lucía y el auto sacramental de La Enclavación, estas dos últimas en Ayerbe. La noticia ha sido acogida con satisfacción en ambos municipios.


“Pedimos desde el Ayuntamiento que tanto la iglesia como el esconjurandero obtuviesen esta declaración, con el fin de que puedan mantenerse en pie y que cuando se inunda el pueblo, se mantenga viva su historia”, comentó Ramón Laplana, alcalde de La Fueva, quien aseguró también que se trata de un gesto hacia los vecinos que en su día fueron expropiados y tuvieron que abandonar el pueblo para la construcción del pantano.


Ambas construcciones, la iglesia y el ‘esconjurandero’, son propiedad de la Confederación Hidrográfica del Ebro y se encuentran así cubiertas por las aguas en las épocas de mayor llenado del embalse al que da nombre este núcleo. Según Laplana, esta declaración servirá además para proteger ambos inmuebles históricos del expolio y también para impulsar acciones encaminadas a su recuperación. “De momento gozan ambos de buena salud y de esta forma, se convierten prácticamente, en intocables”, manifestó el edil. Algunos elementos del templo, como el tejado, han sido ya recuperados. El inmueble data de finales del siglo XVI y fue ampliado en los siglos XVII y XVIII. El ‘esconjurandero’ data, por otra parte, de entre los siglos XVI y XVII. Desde allí, el párroco local se encargaba de conjurar todos los males que podían aquejar a los cultivos.


En forma de trébol

La ermita de Santa Lucía de Ayerbe, por otra parte, data del siglo XII. De estilo románico, una de sus peculiaridades más llamativas es la planta en forma de trébol, según explicó Chesus Giménez, secretario de la cofradía de la Sangre de Cristo de la localidad y uno de los impulsores de esta declaración. “Se trata del único caso en la comarca de la Hoya de Huesca, junto con la ermita de Nuestra Señora de Los Dolores de Monflorite”, comentó Giménez. “Habíamos solicitado, en un principio, la declaración BIC, pero finalmente hemos obtenido la de patrimonio cultural aragonés que no obstante, conlleva la proyección oficial de la ermita a la hora de acometer acciones de restauración o rehabilitación”, añadió.


Según manifestó Giménez, el interior del templo se haya, a día de hoy, mejor conservado que el exterior. “Seguramente, porque los fenómenos atmosféricos no le han afectado tanto. En la torre falta, eso sí, el tejado y la vegetación crece en el exterior del ábside. En sí ya reclama una restauración para que la gente lo pueda visitar, por lo que esperamos que las instituciones se pongan en marcha”, señaló Chesus Giménez.


Por otra parte, el auto sacramental de La Enclavación se celebra en esta localidad de la Hoya de Huesca desde 2003 la noche de Jueves Santo, coincidiendo además con la ‘rompida’ de la hora. Consiste en la representación en las calles del centro de las últimas horas de Jesucristo hasta el momento de ser clavado en la cruz. “Este año, en el que se representaba por décima vez, no pudo hacerse a causa de la lluvia, por lo que esta noticia nos ha dado ilusión y ganas”, aseguró Óscar Abadiano, promotor de esta representación y que interpreta a su vez el papel del Mesías.


En su opinión, el anuncio del Gobierno de Aragón, viene a ser “un sello de calidad” para esta celebración, que esperan pueda convertirse en un clásico más de la Semana Santa Aragonesa, como la Pasión Viviente de Alcorisa. Ha contribuido también a esta declaración el estudio realizado por el historiador Bizén Do Río, quien descubrió una celebración similar en torno a 1600 en la que un penitente partía de la iglesia parroquial con una cruz a cuestas hasta la plaza, que hacía las veces de humilladero.


La declaración de Fiesta de Interés Turístico les animará también a incluir más novedades en futuras ediciones. “Igual nos animamos a representar una Pasión entera. Ahora además, tendremos que mantener el nivel”, aseguró Abadiano, quien también tuvo palabras de agradecimiento para “todas las personas que hacen posible esta declaración: el Ayuntamiento, los vecinos, las entidades y asociaciones que colaboran y todos aquellos que nos ayudan sin salir a escena”.-