El mercado de la trufa se reanuda con descenso de precios y buenas ventas

Mucha gente y con muchas ganas de comprar. Así se reabrió el mercado semanal de la trufa fresca de Graus el pasado día 7, después de permanecer cerrado los sábados 24 y 31. Los comerciantes se muestran satisfechos con la presencia de público y de ventas realizadas a 550 euros el kilo frente a los 700 de diciembre.

"Ha habido una movida espectacular, una exageración de gente" apunta gráficamente José Vicente Girón, el presidente de la Asociación de Truficultores de Aragón, una vez finalizada la sesión del mercado sabatino. La coincidencia de su apertura con la celebración del puente festivo de Reyes y el hecho de que el mercado hubiera estado cerrado los dos sábados anteriores pueden explicar, en su opinión, la excelente respuesta de los aficionados.

"El mercado ha estado cerrado los días 24 y 31 de diciembre pero eso no quiere decir que no se haya comercializado trufa durante las Navidades" apunta Girón. De hecho, su cotización ha seguido pautas similares a las de años anteriores y durante las fechas navideñas ha experimentado un cierto descenso en su cotización que hizo que en la sesión del pasado sábado la trufa fresca se vendiera a granel a 550 euros el kilo frente a los 700 que llegó a alcanzar a mediados de diciembre. También se notó un descenso en el precio medio de los lotes subastados que pasaron de entre los 500 y 550 euros que se pagaron por kilo el 17 de diciembre a comprarse por unos 100 euros menos.

El presidente de los truferos explica que "es una constante desde hace muchos años; la trufa suele bajar su precio en Navidad y a ello hay que unir nuestra voluntad de acercar el producto al mayor número de personas no hinchando artificialmente los precios". Girón abunda en que la intención que anima la convocatoria de este mercado tiene como fin último la de "democratizar la trufa y conseguir que sea un producto común en la mayor cantidad de hogares posible".

De plantación

Ante la falta de trufas salvajes, la buena marcha de la temporada trufera tiene como explicación que la truficultura empieza a dar sus frutos y que son las plantaciones puestas en marcha hace ahora una década que cuentan con riego propio las que están surtiendo tanto al mercado grausino como al resto de mercados mayoristas y minoristas de toda España

La sesión sabatina del mercado trufero grausino confirmó que pese a las malas perspectivas al comienzo de la temporada, se está consiguiendo abastecer la demanda con trufas en cantidad y calidad suficientes. En la última sesión del mercado, por ejemplo, se vieron ejemplares de gran tamaño -alguna trufa llegó a alcanzar los 400 gramos- y de un olor cada vez más penetrante que indica que los hongos empiezan a estar en el mejor momento de la temporada.

"La verdad -comenta Girón- es que estamos teniendo un muy buen tiempo para las trufas y que, aunque sería deseable un poco más de humedad, la temperatura está siendo idónea por la ausencia de grandes heladas". Condiciones excelentes para que la trufa "vaya teniendo cada vez más fuerza y aroma, algo que se empieza a hacer patente cada temporada por los días de Navidad".

El mercado de la trufa fresca grausina aporta otro factor de singularidad que le hace especialmente atractivo para el profano y es que, en condiciones normales, resulta bastante difícil poder contemplar estos hongos en vivo. El hecho de que las trufas se expongan ante el público gran cantidad supone para gastrónomos y curiosos un valor añadido para acercarse hasta Graus a disfrutar de este mercado de la trufa fresca que está abierto todos los sábados de 19.00 a 22.00 hasta el 12 de marzo con la excepción ya comentada de los días 24 y 31 de diciembre y del 25 de febrero en que Tamarite de Litera acogerá una nueva convocatoria de Trúfate.