NAVIDAD

Una década enseñando a hacer belenes

Conchita Estaún dirige desde 2000 el taller del espacio cultural Castillo de Montearagón de Ibercaja en la capital oscense.

La Navidad se acerca y en muchos hogares comienza a ser hora de sacar el belén y buscarle un buen sitio dentro de la casa. De que esta labor no se convierta cada año en rutina y saber sacarle el mejor partido a cada figura y a cada trozo de musgo se encarga Conchita Estaún. Desde hace 11 años, Conchita imparte desde octubre a diciembre el taller de belenes del espacio de Ibercaja ‘Castillo de Montearagón’ de Huesca. “El elemento fundamental es, por supuesto, el Nacimiento, aunque puede haber un belén o un diorama que no lo tenga necesariamente. Puede ser, por ejemplo, la Anunciación a los pastores. Pero en realidad ‘belén’ es Navidad, es el nacimiento”, asegura Conchita.


A la hora de iniciarse con esta afición y una vez tengamos el Nacimiento, el siguiente paso es, según recomienda la directora del taller “comenzar con algún pastor que esté adorando”. El siguiente paso sería así adquirir la Anunciación y después, la cabalgata de los Reyes. “Las figuras de barro son costosas, pero pueden encontrarse en el mercado unas figuras de resina o en marmolina, que son asequibles para todos bolsillos. Hay que mirar con calma porque siempre habrá unas mejor trabajadas que otras o mejor moldeadas”, asegura Conchita.


También debe cuidarse que el estilo de las figuras, si se compran por separado, no desentonen entre sí. “Hay que procurar que no sean todas las figuras del mismo tamaño, para poder lograr un poquito de profundidad”, comenta la artista, quien lamenta además que Huesca no cuente con un mercado belenista como el que cuentan ciudades como Madrid, Barcelona, Vitoria, Sevilla o Bilbao. “En esta última estará representada la artesanía oscense, ya que será el tercer año que viajamos con obras realizadas aquí”, asegura Escartín.


Cada uno de los elementos debe situarse, por otra parte, en orden de importancia, de izquierda a derecha, ya que es el sentido de observación que sigue la vista humana. De esta forma, la responsable del taller de Ibercaja recomienda así situar el Nacimiento a la izquierda y dejar la derecha para otras escenas, como la Anunciación a los pastores. “Los reyes, ya algo más pequeños que el resto de figuras, deben surgir del resto del paisaje”, recomienda Estaún.

Mejor, sin el ‘cagón’

Afirma, por otra parte, que a los que se consideran belenistas, por lo general, no les gustan figuras como el ‘cagón’. “En mi opinión, no procede, pero bueno, es una cosa muy popular, igual que se pone, por ejemplo, a la castañera. A los belenistas de Huesca, la verdad es que no nos gusta ponerlo”, confiesa Conchita. Por otra parte, cuando llega el momento de elaborar otros elementos del diorama, como edificios o montañas, recomiendan el uso de poliestireno. “Más que el expandido, que es el de las bolitas blancas, nos gusta más el compacto, mucho más limpio y que se puede trabajar con un cúter o con un soldador eléctrico. Así se puede, por ejemplo, tallar una montaña y ya, tras aplicar la pintura, conseguir efectos muy reales”, explica la artesana.


Este año, el curso que imparte ha contado con una decena de alumnos. “No parece un número muy extenso, pero se trata de un buen número cuando toca trabajar en equipo en una extensión no excesivamente grande como la que ocupa el belén que estamos realizando”, afirma la belenista. “Todos han demostrado mucha ilusión y una verdadera afición. Se nota que han cogido soltura en el tratamiento de los materiales”, añade, por último, Escartín.