HACIENDO FRENTE A LA CRISIS

Cáritas abrió el Rastrillo Solidario con más de 2.500 artículos a la venta

Desde muebles a prendas de vestir, ropa de casa u objetos de decoración. Todo se puede comprar a precios de saldo hasta el domingo.

El rastrillo solidario de Cáritas recibió a numerosos compradores durante todo el día de ayer.
Cáritas abrió el Rastrillo Solidario con más de 2.500 artículos a la venta
JAVIER BLASCO

Desde un mueble de comedor que está a la venta por 400 euros a modestos pañitos por 1 módico euro, el Rastrillo Solidario que ayer inauguró Cáritas Diocesana de Huesca ofrece a los oscenses la posibilidad de adquirir una gran variedad de artículos a precios que plantan cara a la crisis. Este entrañable mercadillo, que cumple su quinta edición, está instalado en el local de la peña Os Casaus, en la avenida de Martínez de Velasco, donde permanecerá abierto hasta el domingo próximo diariamente de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 21.00.


A los pocos minutos de abrir ayer sus puertas, el rastrillo se llenó de clientes en busca de "algún regalo para esta Navidad", "un espejo para la entrada que necesito" o bien "algún chollo que vea", según explicaron algunas de las personas que visitaban el local. Teresa había encontrado "una estantería rústica por 50 euros" que estaba pensando en adquirir "para regalarla en Navidad a mis hermanos, que están reformando la casa del pueblo. Creo que para ellos puede ser un buen regalo, a mi el precio me parece estupendo y además colaboro con una buena labor social", dijo.


Y es que los muebles, prendas de vestir, lencería para el hogar, lámparas, artículos de decoración... hasta un total de 2.500 artículos procedentes de donaciones están a la venta después de haber pasado por las manos de los usuarios de los talleres sociales de Cáritas, que las han restaurado para darles una nueva vida. A través de estos talleres personas en riesgo de exclusión aprenden labores de carpintería, restauración, tapicería o confección con el objetivo de poder reinsertarse en el mundo del trabajo.


"El dinero que aquí se recoge durante esta semana repercute de nuevo en los talleres y permite que gente sin recursos pueda seguir trabajando y aprendiendo", dijeron las voluntarias que ayer por la mañana atendían las ventas. "Ha venido muchísima gente, no podría decir cuánta, pero todas, y estamos aquí quince personas, hemos tenido que estar muy atentas para poder atender a todo el mundo".


María Victoria, Antonia, Rosa, Pilar, Marisa... y el resto de voluntarias hasta totalizar unas treinta se han ocupado de seleccionar el material a la venta, colocarlo y venderlo. "Conforme vaya saliendo mercancía iremos reponiendo", señalaron.


En la primera jornada los muebles y ropa de hogar, sobre todo los juegos de sábanas de algodón, fueron los productos con más salida. "Incluso está ya reservado el mueble más caro que tenemos, de 400 euros", lo que indica que el rastrillo va a constituir un éxito.