HUESCA

El largo otoño de la ermita de San Jorge

La presidenta del barrio de La Encarnación, Sara Mairal, pide al Consistorio oscense un mejor mantenimiento a lo largo de todo el año del entorno del templo.

Una de las farolas de la parte superior, de la que solo queda el mástil
El largo otoño de la ermita de San Jorge
J. S.

Hierbas que afean los caminos y laderas, baches, escaleras deterioradas, farolas de las que ya solo les queda el mástil... La ermita de San Jorge, integrada en el casco urbano de Huesca, languidece en los meses de otoño e invierno a la espera de que la celebración de la fiesta de Aragón le devuelva su esplendor. La presidenta del barrio de La Encarnación, Sara Mairal, ha pedido al Ayuntamiento de la capital oscense un mejor mantenimiento de esta zona de la ciudad, uno de los pulmones verdes de la misma, asegura, a la misma altura que el parque Miguel Servet.


“Está muy dejada. Hay ocasiones en las que cuando vas a pasear, las hierbas que encuentras en el tramo de escaleras opuesto al hospital San Jorge, llegan hasta la rodilla”, denuncia la representante vecinal de La Encarnación. Mairal llama además la atención ante la ausencia de iluminación en la zona, donde puede apreciarse, en la parte superior, numerosas farolas de las que tan solo queda el mástil. “Han quitado los focos. No sabemos qué ha pasado con ellos. Puede verse además como el cable se ha quedado por fuera y está comenzando a deteriorarse”, señala Mairal. Subraya, junto a todo ello, la presencia de numerosos baches u “agujeros” sobre el terreno de acceso al popular inmueble.


Anima así a las brigadas municipales a que “den una vuelta de vez en cuando” por la ermita, con el fin de que pueda mantenerse en unas buenas condiciones a la espera de que vuelva a celebrarse el día del patrón, el 23 de abril. Fecha en la que el templo, el cerro y su entorno reciben la visita de numerosos oscenses que acuden allí para comer al aire libre y participar en las actividades que organiza la comisión municipal de fiestas. “En mi opinión, se pueden hacer muchas cosas en este espacio aún con poco dinero”, asegura la presidenta de los vecinos de La Encarnación. “La ermita de San Jorge hay que mantenerla todo el año, no solamente para la fiesta. Se trata de un enclave que no solo es de nuestro barrio, sino que pertenece a toda la ciudad de Huesca y que por eso mismo debería estar más cuidado”, añade Mairal.