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La ampliación de Cerler por Castanesa puede ser "positiva" para el desarrollo del valle

El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Federico García, ha calificado de "factor positivo muy destacado en el terreno socioeconómico" esta posibilidad.

El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Federico García, ha manifestado que el dominio de Castanesa como zona de ampliación de la estación de esquí de Cerler, se ubica en un valle en el que no se ha desarrollado el sector de la nieve, "lo que supone un factor positivo muy destacado en el terreno socioeconómico".


Al respecto, ha argumentado que "permitirá diversificar las fuentes de riqueza de todo el valle, especialmente para el sector servicios, con el consiguiente efecto en el territorio", y, "en cualquier caso, con el respeto al medio ambiente".


Así ha respondido a una preguntar parlamentaria formulada por el diputado de CHA, Joaquín Palacín, en el pleno de las Cortes de Aragón, quien se ha interesado por la opinión del consejero sobre la ampliación de Cerler por Castanesa.


Federico García ha apuntado que la opinión del Departamento se crea "en virtud de los procedimientos reglados por el ordenamiento jurídico vigente", desarrollados en el este caso por el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA), que, una vez finalizados "permiten que la opinión del Departamento esté sólidamente fundamentada".


En este sentido, ha recordado los pasos datos en este proyecto, para recordar que el INAGA dio el visto bueno sólo para la zona de Castanesa, "no para el conjunto de las cinco fases", fijando un "condicionado ambiental" con "medidas protectoras y correctoras", que tiene en cuenta los criterios de la Mesa de la Montaña e incluye la restauración de los terrenos y la vigilancia ambiental.


El diputado de CHA, Joaquín Palacín, ha advertido del "impacto ambiental relevante" que tiene este proyecto, con impactos "graves", como la afección a especies protegidas y a la calidad del paisaje en un valle de alta montaña que posee un "incalculable valor" y el "riesgo de desestabilización de las laderas" por los movimientos de tierras para las pistas.


También se ha referido al "problema del agua" y a "cómo asegurar el caudal ecológico en una zona con problemas en verano para garantizar el agua de boca", así como al coste económico de un proyecto "basado en el pelotazo urbanístico" ya que "prevé construir 4.000 viviendas en un valle en el que durante el año viven 170 personas".