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Los vecinos de Aínsa rechazan la gravera proyectada junto al barrio de Banastón

Más de 160 personas acudieron a la reunión informativa convocada por el Ayuntamiento. IU y CHA también se oponen a la iniciativa.

La sala Diputación del castillo de Aínsa se quedó pequeña en la tarde del jueves para albergar a las más de 160 personas que acudieron a la reunión convocada por el Ayuntamiento para informar sobre el proyecto de construcción de una nueva planta de áridos junto al barrio de Banastón y recabar las opiniones de los vecinos antes de empezar los trámites administrativos para su instalación. Y la mayoría se mostraron en contra de su implantación a apenas 500 metros de las viviendas más próximas, por lo que el Consistorio ya ha tomado nota.


La reunión, que duró aproximadamente una hora y media, comenzó con la exposición del promotor, Pedro Torres, y a continuación intervino el concejal de Industria, Miguel Ángel García, quien agradeció al empresario «su interés por invertir» y explicó que el equipo de gobierno quería conocer el parecer de los residentes en la zona antes de que el pleno vote si declara el proyecto de interés social, ya que «no hay legislación que prohíba la ubicación de la planta tan cerca del casco urbano». Eso sí, la empresa Áridos y Hormigones Puente de las Pilas, S. L. ya cuenta con el permiso para la extracción de áridos en el vaso del pantano de Mediano, concedida por la Confederación Hidrográfica del Ebro.


Tras las intervenciones de Torres y García, tomaron la palabra los vecinos, entre los que había una importante representación de habitantes de Banastón, el barrio que más sufriría el polvo, el ruido, el paso de camiones y el impacto visual en caso de que se pusiera en marcha la gravera. Tanto ellos como los residentes en otras zonas de la localidad mostraron mayoritariamente su oposición frontal al proyecto. «Está claro que no lo quiere nadie», reconoció el concejal de Industria.


De hecho, en los últimos días, un grupo de vecinos se ha movilizado colgando carteles y recogiendo firmas en contra de la planta, aunque los promotores de estas iniciativas no concretaron en la reunión el número de apoyos que han reunido hasta el momento.


Así, a la vista del rechazo ciudadano, se da casi por seguro que el Ayuntamiento no declarará la iniciativa de interés social, aunque la pelota está en el tejado del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga), que deberá emitir un informe vinculante sobre si se puede desarrollar en los terrenos propuestos esta actividad, que supondría la creación de entre 6 y 8 puestos de trabajo. En caso positivo, el Consistorio tendría que conceder o denegar la licencia. De cualquier manera, García destacó que «se pueden buscar otras ubicaciones menos problemáticas y desde el Ayuntamiento daremos todo tipo de facilidades para ello».


Por otra parte, tanto CHA como IU rechazaron ayer su instalación por las graves afecciones y molestias que provocaría.