TRÁFICO

Atención, peatones, paso peligroso

Los presidentes de los ocho barrios de Huesca hacen un repaso por los puntos más conflictivos para los viandantes en sus respectivas zonas.

Cruce en el barrio de San Lorenzo
Atención, peatones, paso peligroso

 Pasos de cebra con poca visibilidad, calzadas en las que se circule a más velocidad de la cuenta, cruces en los que no se respeta la prioridad… El casco urbano de Huesca no siempre resulta seguro para los viandantes. Los presidentes de las asociaciones de vecinos de cada uno de los ocho barrios oscenses hacen recuento de las zonas con las que tienen que tener más cuidado los peatones a su paso.

San Lorenzo

"En nuestro caso, contamos con un paso para peatones en el que se ya se ha producido una muerte por atropello", explica Cristina Betrán, presidenta del barrio de San Lorenzo, "se trata del de la calle de Cabestany pegado a la plaza de Santa Clara". "Los vehículos corren mucho en esa zona y los vecinos nos piden que en vez de las bandas rugosas que hay ahora se instale un paso elevado", explica Betrán. "También resulta peligroso el paso de cebra de acceso al colegio Pedro J. Rubio, en la zona de Los Olivos, aunque allí, por lo menos, los conductores respetan la velocidad", asegura Betrán.

Santo Domingo

"La circulación resulta muy complicada en el cruce de la calle de Ramón J. Sender con la calle de Obispo Pintado, sobre todo en horas punta. Tiene cuatro esquinas y cuatro pasos de cebra y cuando no cae una moto, cae un peatón o se produce un choque de vehículos", explica, por otra parte, Antonio Tuda, representante de los vecinos del barrio de Santo Domingo. Según explica Tuda, en la citada calle de Ramón J. Sender, donde se encuentra además el instituto de enseñanza secundaria Lucas Mallada, se instalaron ya bandas sonoras hasta la mitad de su trazado, "pero los conductores las esquivan y aún se crea una situación mayor de riesgo. Por eso hemos pedido al Ayuntamiento que las ponga en toda la calzada", asegura Tuda.

Perpetuo Socorro

"Golpes y accidentes" es lo que se produce, por otra parte, en el paso de cebra de la avenida de Ramón y Cajal a la altura de la confluencia de la calle de Gibraltar, tal y como informa el presidente del barrio del Perpetuo Socorro, Francisco Gracia. "Si seguimos más abajo, en dirección a la salida hacia Barbastro, sobre el número 63 de la avenida de Ramón y Cajal y la confluencia de calle de Aragón, hay cuatro pasos de cebra y cuando uno de los semáforos da paso a los coches, el otro da paso a los peatones y hay muchos sustos y golpes", asegura Gracia. El representante vecinal solicita además la instalación de bandas rugosas en las inmediaciones del colegio de Pío XII donde, según dice, "todos los cruces son peligrosos".

María Auxiliadora

"Mi barrio no es un barrio para los vehículos, es un barrio para los coches" asegura, contundente, la presidenta del barrio de María Auxiliadora de Huesca, Carmen García. "Cerca de la rotonda de Doctor Artero con la avenida de La Paz y las calles de Monreal y San Juan Bosco se encuentran tres colegios: Salesianos, Santa Rosa y Santa Ana", recuerda la portavoz vecinal, "y también resulta peligrosa la prolongación de la calle de Fraga hasta el monumento del Mulo. Hace un año se produjeron allí dos accidentes seguidos". Una de las mayores reivindicaciones de los vecinos de este barrio es así la creación de zonas verdes. "El peatón, en general, se siente en esta zona de la ciudad un poco cohibido, ya que hay muy pocas zonas verdes y mucho tráfico rodado", aseguró la portavoz vecinal.

Barrio de Santiago

La misma calle de Fraga nombrada por García llega también hasta el barrio de Santiago para pasar ante otro de los colegios de la capital oscense, el Juan XIII y la zona ajardinada de la urbanización Padre Querbes. "El paso de cebra, precisamente, de Padre Querbes con la avenida de Pirineos tiene muy poca visibilidad. En la avenida de La Paz, además, los vehículos cogen una velocidad excesiva", asegura el presidente de la asociación de vecinos de este barrio oscense, Félix Batalla. Otra de sus preocupaciones es además las rotondas de la avenida de Menéndez Pidal, "cada una de ellas con cuatro pasos de cebra", asegura Batalla, junto con los pasos de cebra de Santo Cristo de los Milagros y de nuevo, la avenida de La Paz, en esta ocasión, frente al instituto de enseñanza secundaria Ramón y Cajal. "El resto de pasos para peatones se encuentran regulados", asegura Batalla.

Barrio de La Encarnación

En el barrio de La Encarnación, la alarma ha saltado en el paso de cebra que une ambas aceras de la avenida de Martínez de Velasco justo antes de llegar al hospital San Jorge y también muy cerca del inicio de la autovía a Zaragoza. "Ha habido dos atropellos de dos personas mayores. Nosotros, desde la asociación, pedimos ya al anterior alcalde que se regulara de alguna forma, con un paso elevado, un semáforo o lo que sea necesario", afirma Sara Mairal, representante de los vecinos de este barrio oscense. "Se trata de un cruce por el que hay que caminar con mucho cuidado, porque hay coches que parece que ni lo vean", añade Mairal. Señala además la estrechez de las calles próximas al centro hospitalario donde, como dice, "tan solo constan de una vía para circular".

Barrio del Casco Viejo

Estrechas son también muchas de las calles del casco antiguo de Huesca, donde los peatones no disponen siquiera de aceras. "Hay calles como la de Desengaño, en la que los vecinos, tras abandonar el portal, pisan directamente en la calzada", comenta Susana Oliván, presidenta de la asociación vecinal de la zona más histórica de la capital oscense donde, cómo asegura, "se han tenido que instalar espejos en varias esquinas para solucionar los problemas de visibilidad". Tampoco cuentan con pasos de cebra. "Se pintaron hace tiempo pero se acabaron por desgastar y no se han vuelto a marcar", asegura Oliván. De esta forma, los peatones tienen que apañárselas para no ser arrollados por los vehículos que transitan por la zona. "Tienes que tener cuidado porque te puede salir un vehículo por donde menos te lo esperas. Ahora por suerte, con el establecimiento de la zona 20, que limita la velocidad a 20 kilómetros por hora, hay más respeto por parte de los conductores", asegura Oliván.

Barrio de San José

La intersección de la avenida de Juan XXIII con la calle de Vicente Campo es, por último, la zona en la que más cuidado deben tener los peatones que visiten el barrio de San José. "Cuando va a ponerse en rojo el semáforo de la valle de Vicente Campo, los coches quieren terminar de pasar rápidamente cuando ya se ha puesto verde para los peatones el semáforo que se encuentra a la vuelta de la curva de acceso a Juan XXIII, con lo que se convierte en un paso muy peligrosos", explica María Pilar Lapieza, presidenta de la asociación de vecinos. La portavoz vecinal pidió además la construcción de una rotonda en la confluencia de las calles de San Jorge y Manuel Ángel Ferrer, en las proximidades de un gran supermercado. "También veo peligroso el autobús urbano cuando viene por Juan XXIII y gira a Menéndez Pidal. Hay un paso de cebra pero resulta peligroso si hay algún coche mal aparcado".- explica Lapieza.-