Somanés tendrá un nuevo depósito de agua tras una infección por gastroenteritis

El alcalde de Santa Cilia (Huesca), Manuel Máñez, se ha comprometido este miércoles en pleno a construir un nuevo depósito de agua, con capacidad para 200.000 o 300.000 litros, en el pueblo de Somanés.

El objetivo de esta infraestructura es evitar problemas como la gastroenteritis que en agosto afectó a varios vecinos que bebieron agua no tratada que se había llevado en una cuba debido a la sequía del manantial.

Cerca de un centenar de vecinos enfermó al consumir, durante las fiestas patronales de Somanés, agua no tratada llevada en una cisterna ya que el manantial y el depósito del que se abastece la población, en la que viven de forma habitual cuatro personas, se habían secado.

El alcalde ha asegurado en el pleno que la construcción de este depósito ya estaba en su programa electoral y se han pedido incluso subvenciones para poder realizarlo ya que el depósito que tiene en la actualidad Somanés es "pequeño" y no es suficiente para abastecer al pueblo en época de escasez de agua y cuando el número de vecinos aumenta.

Mientras, el Consistorio llevará a cabo con fondos propios la instalación de un nuevo sistema de potabilización en el depósito actual ya que "la cloradora no funcionó" y fue la causante de la gastroenteritis que afectó a los vecinos, según Máñez.

El primer edil ha pedido disculpas a los vecinos de este núcleo rural, presentes en el pleno, y ha asegurado que su deseo fue "que no faltara agua durante las fiestas", toda vez que ha aludido a "un cúmulo de mala suerte" ocurrido en ese momento lo que derivó en el consumo del agua por parte de los vecinos de Somanés.

Estos por su parte han criticado la "irresponsabilidad" del alcalde, han recordado que varios de ellos han estado "muy mal" y han apuntado que, a fecha de hoy, "Somanés sigue sin agua potable y con tuberías sin limpiar y desinfectar".

Máñez ha insistido en que el agua que se llevó es "del río que se bebe en Santa Cilia prácticamente todo el año" y ha insistido en que el problema fue "que el sistema de cloración no funcionaba".

La policía judicial de la Guardia Civil abrió una investigación para esclarecer los detalles de lo ocurrido y delimitar las responsabilidades.