150 aniversario

Monzón recuerda y reivindica su tren

La estación recibió un convoy de época para conmemorar los 150 años de la llegada del ferrocarril. El Ayuntamiento reclama la mejora de los servicios con cercanías y lanzaderas al AVE.

Numerosos vecinos de Monzón y otras localidades cercanas recibieron al Tren Azul en la estación de Monzón Río Cinca.
Monzón recuerda y reivindica su tren
JOSé LUIS PANO

Los montisonenses y vecinos de otras localidades limítrofes demostraron ayer que sienten verdadera admiración por el tren y que no quieren perder más servicios ferroviarios de la estación Monzón Río Cinca, referencia de seis comarcas de la zona oriental de la provincial y uno de los principales motores del desarrollo de la capital mediocinqueña. Monzón conmemora el 150 aniversario de la llegada del tren a esta ciudad con un intenso programa de actos, elaborado por el Cehimo (Centro de Estudios Históricos de Monzón) y las áreas de Cultura y Turismo del Ayuntamiento, que arrancó ayer con la llegada de un histórico convoy, el Tren Azul, gestionado por Azaft (Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y el Tranvía).


Pasadas las 11.30 entró en la estación, ante el aplauso de numerosos vecinos que esperaban en el andén, una locomotora eléctrica de 1988 llegada desde Madrid que transportaba siete vagones, entre los cuáles se encontraba una estafeta (oficina de correos), un vagón de correos de 1977, dos furgones de estafeta de correos de 1955 y 1985, dos coches cama de 1963, un vagón restaurante de 1930 y un vagón salón de la Jefatura del Estado de 1929 utilizado también por Juan Carlos I. Este vagón, la joya de la corona de la asociación de amigos del ferrocarril, fue construido por una industria inglesa, la mejor fabricante del mundo de vagones en 1928, con motivo de la Exposición Internacional de Sevilla. En él, el rey don Juan Carlos y su cuñado el rey Constantino de Grecia viajaron hasta Monzón cuando desde la capital del Cinca Medio se dirigían a esquiar a las estaciones del valle de Arán.


Compromiso


Ayer los ediles y diputados de Monzón de distintos partidos, sentados en torno a la misma mesa que debió albergar consejos de Estado, recordaron estos hechos y reiteraron su compromiso de seguir reivindicando las mejoras en la red de cercanías con Lérida y Zaragoza. "El tren supuso un cambio muy importante para Monzón. Lo hemos perdido y todos los grupos políticos, en distintas corporaciones, hemos denunciado este hecho. Seguiremos reivindicando porque las comunicaciones son fundamentales. La autovía ya está casi terminada pero el tren lo hemos perdido; queremos lanzaderas al AVE y con las redes de cercanías", señaló la alcaldesa Rosa María Lanau.


El Tren Azul, un museo ferroviario, permaneció estacionado hasta las 19.00 y el público accedió a los vagones para disfrutar de una época pasada. La Azucarera fue otro epicentro de la actividad y lo seguirá siendo hoy. En su exterior, un pequeño tren a vapor realizaba viajes con pasajeros y dentro se exponían fotos y planos de la construcción de la línea Zaragoza-Barcelona, que entró en funcionamiento hace 150 años. Además, grupos de amigos del tren de Aragón, Cataluña y Francia mostraron maquetas de las estaciones y líneas de Canfranc, Mataró, Hamburgo y Orleans.