SE ESPERAN LLUVIAS ESTE FIN DE SEMANA

Las cuencas de los ríos Gállego y Cinca con sus embalses se suman a la alerta por sequía

Las reservas de los pantanos de Búbal, Lanuza, La Sotonera, Mediano y El Grado se encuentran bajo mínimos.

El embalse de Búbal
Las cuencas de los ríos Gállego y Cinca con sus embalses se suman a la alerta por sequía
LAURA ZAMBORAíN

Aunque la Agencia Estatal de Meteorología predice lluvias para este fin de semana en el Pirineo oscense y en las Cinco Villas, apenas ha caído una gota de agua durante el mes de agosto en toda la Comunidad. Según los últimos índices de sequía de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), a las subcuencas y embalses de Aragón que permanecían en alerta desde julio (la del Aragón y los Arbas, la del Ésera y la del Aguas Vivas) se suman las cuencas de los ríos Gállego y Cinca, y la del Huerva. En prealerta se encuentran la del Guadalope y el Bajo Ebro.


En total, Aragón tiene nueve embalses en alerta: Yesa, Moneva, Las Torcas, La Sotonera, Mediano, El Grado, Búbal, Lanuza y Barasona. Y en prealerta los de Santolea, Calanda, Caspe y Mequinenza. Además, los datos de la Confederación muestran que las escasas aportaciones de los ríos antes de llegar a los embalses deja en estado de emergencia las cabeceras del Aragón y los sistema del Ésera-Noguera Ribagorzana, Gállego-Cinca, Huerva, Guadalope y Matarraña.


Ante la escasez de lluvias y de nieve y el adelanto del deshielo, los regantes aragoneses empezaron a tomar medidas restrictivas para ahorrar agua y poder llegar con éxito al final de la campaña de cosecha, que concluye alrededor del 15 de octubre. Los regantes del Alto Aragón iniciaron un prorrateo del 10% el pasado 15 de agosto, que esta semana ya es del 20% y que se irá incrementando hasta el final de la campaña. "Queremos llegar al final porque hay cultivos que se trabajan a principios de octubre", indicó el presidente de Riegos del Alto Aragón, César Trillo.


El embalse de Mediano, el más grande de la provincia de Huesca con 436 hectómetros, ha caído en picado y se sitúa en torno al 16% de su capacidad, mientras que La Sotonera se encuentra al 44%. "El inicio de la campaña, en marzo, fue bueno y empezamos con los embalses prácticamente llenos, pero en junio ya estaban en mala situación por la falta de nieve y lluvia", concretó. Por eso, los regantes del Alto Aragón miran al cielo esperando a que llueva este fin de semana. "Necesitamos agua. Si los embalses se quedan totalmente vacíos, resultará muy complicado volver a llenarnos. Si en marzo no están al completo, la cosecha de 2012 será catastrófica", aseguró Trillo.


Por el momento, la falta de agua ya se ha notado en el municipio de Concilio, en Murillo de Gállego, donde los bomberos tuvieron que rellenar el depósito de agua de la localidad con una cuba de 10.000 litros la pasada semana. También las empresas de deportes de aventura de la zona suprimieron a mediados de agosto actividades como el rafting debido al bajo nivel del agua.


Adelanto del fin de la cosecha


La sequía también golpea con fuerza a los regantes de Bardenas, que se están planteando adelantar el cierre de su campaña de cosecha 15 días (al 1 de octubre). "Ahora mismo en el embalse de Yesa hay 126 hectómetros cúbicos para 82.000 hectáreas, por lo que está en un nivel de emergencia", explicó ayer el presidente de los regantes de Bardenas, José María Vinué.


Por ese motivo, su campaña de cosecha será más corta y solicitaron el mes pasado a la CHE, aunque sin éxito, que inste al Ministerio de Medio Ambiente a aplicar un decreto contra la sequía. "Cesaron el suministro de agua de boca a Zaragoza y han alternado los caudales de Yesa e Itoiz, pero ahora hacen falta más medidas", aseguró Vinué.


Por otro lado, en el Canal de Aragón y Cataluña se ha tardado más en notar la sequía, aunque a finales de junio los regantes aprobaron los primeros prorrateos para ahorrar agua. Además, en agosto se puso en marcha un bombeo para aliviar las reservas del embalse de Barasona, en la cuenca del Ésera, que no se utilizaba desde la gran sequía del 2005. Este embalse apenas llega al 40% de su capacidad, con solo 36 hectómetros cúbicos, frente a los 57 de hace un año. "Barasona está en nivel de alerta, mientras que los pantanos de Noguera Ribagorzana están en situación de aparente normalidad, por lo que tenemos que jugar con unos y otros", comentó el presidente de este sistema, José Luis Pérez.


Los regantes del Canal de Aragón y Cataluña no tienen previsto adelantar el final de la campaña, "salvo que el río indique lo contrario".