COMARCA DE LA HOYA DE HUESCA

Los bomberos empiezan a suministrar agua de boca a un núcleo de Murillo

Concilio ha recibido la primera cuba para abastecer a 30 vecinos. Es el primer servicio de consumo humano del verano, pero si no llega la lluvia, otros pueblos de zona también se verán afectados.

La fuente de la pequeña localidad de Concilio, situada junto al depósito de agua, se ha secado.
Los bomberos empiezan a suministrar agua de boca a un núcleo de Murillo
FERNANDO PAúLES

La fuente de manantial que abastece el núcleo de Concilio está prácticamente seca. Los bomberos de la Comarca de la Hoya de Huesca ya han tenido que acudir a este pequeño pueblo de apenas 30 habitantes en verano, perteneciente a Murillo de Gállego, para rellenar el depósito de agua con una cuba de 10.000 litros. Pero no son los únicos afectados por la sequía, ya que desde el día 17, las empresas de deportes de aventura ya no pueden practicar rafting en el río Gállego.


Este es el primer servicio de abastecimiento para consumo humano que los bomberos de la Hoya han tenido que hacer este verano, si bien a los núcleos de Ena y Centenero (en el municipio de Las Peñas de Riglos) también han acudido con una cuba para satisfacer las necesidades del ganado, puesto que las reservas se agotaron hace más de 15 días. En función de lo que dure el agua que llevaron el martes a Concilio, los bomberos tendrán que regresar hoy o mañana a la localidad con un camión nodriza para volver a llenar el depósito.


Ahora, los bomberos confían en que la semana que viene empiecen a llegar las ansiadas lluvias, ya que de lo contrario otros núcleos de la zona también podrían verse abocados a solicitar el servicio de abastecimiento de emergencia. Con todo, los bomberos recuerdan que "ya se está al final del verano" y la situación no es tan alarmante como la vivida en muchos municipios de la comarca en 2005, "cuando en mayo ya se llevaba agua a los pueblos".


Los habitantes de Concilio fueron previsores y pidieron agua antes de que «la reserva del depósito se vaciara del todo y fastidiara las bombas. Las necesidades son principalmente de boca, aunque también hay que regar las plantas y algún huerto. Para esto último se utilizaba un barranco, que también se halla seco este verano.


El pueblo cuenta con tan solo 8 habitantes en invierno, pero en verano acoge a casi 30, por lo que resulta más complicado dar servicio a todos. A los propietarios de una casa rural la sequía les afecta especialmente en esta temporada del año. "Nosotros ahora tenemos la casa llena y debemos permanecer siempre alerta porque la recarga del depósito durante la noche resulta insuficiente y al cabo de los días se puede agotar el agua", indica Jorge González.


Sin embargo, los más perjudicados son los vecinos, porque la casa rural tiene su propio depósito con un remanente de 1.000 litros que proporciona un poco más de autonomía. "Si se cerrase el grifo del depósito, los habitantes de Concilio no podrían ni lavarse los dientes", manifiesta.


Este no considera que se trate solo de un problema de sequía, sino también del tamaño del depósito, que "es de 10.000 litros pero, entre el lodo y que nunca está completamente lleno, se queda en 5.000". "Si fuera el depósito más grande, los días que sale un poco menos de agua se pasaría el bache fácilmente porque habría más colchón pero, ahora que está más bajo, a nada que un día alguien se ponga a regar con alegría lo deja temblando", añade Jorge González. Los vecinos han solicitado al Ayuntamiento que haga un depósito mayor y que, además, esté situado en la parte alta de la localidad, dado que ahora cuando se va la luz también se quedan sin agua porque, como el nivel está tan bajo, hay que subir el agua con bombas eléctricas.


La situación de Concilio es un problema más derivado de la sequía. Las primeras en lanzar la voz de alerta fueron las empresas de deportes de aventura que necesitan las aguas del Gállego para desarrollar su actividad. Desde el 26 de julio ya no se puede practicar hidrospeed en Murillo y ahora tampoco hay agua suficiente para el rafting. El presidente de la Asociación Gállego Activo, Gustavo Ortas, que denunció la pasada semana la gestión de la Confederación Hidrográfica del Ebro asegura ahora que ya solo pueden esperar a que llueva pero indica que tendrán que adelantar el cierre de la temporada al menos 15 días. Aguas arriba, en el pantano de Lanuza, tampoco se puede navegar desde el Embarcadero Suscalar.