HUESCA

Los empresarios desafían a la crisis con dos hoteles de cuatro estrellas

Los establecimientos de Murillo y Binéfar sumarán 91 habitaciones a las 1.350 de la categoría.

Santiago Castán es la segunda generación que sigue un negocio familiar que abrió en Murillo en 1965
Los empresarios desafían a la crisis con dos hoteles de cuatro estrellas
RAFAEL GOBANTES

¿Quién dijo crisis? Aunque el turismo no vive una etapa dorada, dos empresas familiares han apostado por mejorar su oferta turística e impulsar la construcción de sendos hoteles de cuatro estrellas en Murillo de Gállego y Binéfar. Las 28 y 63 habitaciones, respectivamente, se sumarán a las 1.350 de esta categoría que ofrece ahora el Alto Aragón. En los últimos años son varios los establecimientos de cuatro estrellas que se han inaugurado, los más recientes en Monzón y Graus, con los que ya se alcanzan los 18. Entre los dos nuevos alojamientos, se crearán una veintena de empleos.


«Parece una incongruencia pero hay empresarios que aún en crisis intentan posicionarse y tirar para adelante. Es para felicitar a mucha gente», valora Roberto Pac, presidente de la Asociación de Empresas de Hostelería y Turismo de Huesca. Con estos proyectos que ya están en marcha, Pac estima que aumentará la oferta de calidad, que últimamente ha fallado en la promoción. De ahí, que no oculte que Huesca fuera en junio la penúltima provincia de España en ocupación.


Al margen de los datos, destaca la «apuesta por la calidad» de estos empresarios, con la construcción de hoteles singulares, como parte de la «solución» a la complicada situación del sector. «Cuando entré en la presidencia, aposté por ello, pero también tenemos que buscar turismo y aprovechar el de proximidad», indicó Pac.


Hasta hace pocos años, los hoteles de cuatro estrellas se concentraban en los valles próximos a las estaciones de esquí, como Formigal, que es donde se ofrecen más habitaciones. En Huesca el primero se inauguró en 2007 y luego se sumó el de Pac tras una reforma.


Nuevo hotel en primavera


Ya no hay vuelta atrás. La construcción del hotel de cuatro estrellas de Murillo está avanzada y su apertura está prevista para mediados de 2012. «A pesar de que los tiempos son difíciles, estamos muy ilusionados», comenta el promotor, Santiago Castán, que responde de esta forma a la necesidad que ha advertido en la zona. Como propietario ya de un hostal, un albergue y apartamentos turísticos, estima que «no hay ningún establecimiento capaz de alojar a un autobús. Tampoco había nada de un nivel superior y muchos visitantes se alojaban en Jaca o Huesca».


Con esta pretensión, dio forma a un edificio con más de 4.000 metros cuadrados construidos sobre una parcela de 8 hectáreas. El hotel dispondrá de 24 habitaciones, 3 suites junior y una grande, con capacidad para unas 60 personas; así como tres grandes salones con capacidad de 80, 100 y 300 personas. El complejo se completa con un spa con vistas tanto a los Mallos de Riglos como a los de Agüero.


Un cambio urbanístico


Por su parte, el proyecto del hotel de cuatro estrellas Ciudad de Binéfar, que promueve el Grupo Clavería, requerirá 8 o 9 millones de euros y transformará el centro urbano. Media manzana -cuatro inmuebles, incluido el actual hotel y antiguo cine La Paz- será derribada para levantar el complejo.


El director, Javier Callén, explica que el hotel dispondrá de 60 habitaciones y tres suites, con un concepto moderno, minimalista y muy práctico, además de ecológico. Los promotores son conscientes de que es un proyecto algo sobredimensionado para Binéfar, «pero un hotel y una inversión como esta no se piensa para un futuro inmediato», aclara Callén.


Bajo el edificio habrá 140 plazas de parquin y en la planta calle, se abre una cafetería, un gran espacio comercial, un restaurante y la recepción. La cuarta planta será para grandes celebraciones. Además dispondrá de una terraza ajardinada, pistas de pádel, gimnasio y spa, también de uso público.


El proyecto de derribo ya está en poder del Ayuntamiento y las obras, que se prevén para el inicio de 2012, se ha estimado que estarán completas en 12 o 15 meses. La apertura supondrá crear diez o doce nuevos puestos de trabajo, ahora son una veintena de empleados.