SUSPENSIÓN DE LAS OBRAS

Los vecinos de Zacarías Martínez deben reunir 72.000 euros para retomar las obras, paradas en junio

El regreso de las ocho familias desalojadas tras la trágica explosión se podría demorar hasta principios de 2012.

Vasile Precup, frente al edificio en reconstrucción. La estructura exterior está casi terminada, pero falta toda la reforma interior.
Los vecinos de Zacarías Martínez deben reunir 72.000 euros para retomar las obras, paradas en junio
FERNANDO PAúLES

Las ocho familias residentes en el número 20 de la calle de Zacarías Martínez de Huesca, que quedó seriamente dañado por una explosión de gas ocurrida el 23 de abril del año 2009 que acabó con la vida de tres personas y provocó heridas graves a otras siete, podrían retrasar su ansiado regreso a casa hasta principios de 2012. Este es al menos el nuevo plazo que ahora manejan los afectados después de que las obras de reconstrucción del inmueble quedaran paralizadas a mediados de junio por falta de dinero.


Para que la constructora retome las obras, los vecinos tienen que reunir 72.000 euros, una cantidad que sería suficiente para terminar los trabajos en las zonas comunes (escalera, embaldosado, instalaciones de agua y luz....). Luego todavía quedaría por delante pagar la reconstrucción de los pisos de las dos últimas superiores y la reforma de las viviendas de las dos inferiores.


Hasta que se suspendieron los trabajos, se habían invertido 315.000 euros -adelantados por la compañía de seguros de la comunidad- con los que se había conseguido levantar una nueva estructura para reconstruir las dos últimas plantas y la cubierta.


Los 72.000 euros que exige la empresa tienen que ser aportados por el conjunto de los vecinos, pero no a partes iguales. Los propietarios de los cuatro pisos de las dos últimas plantas, que quedaron destruidas, tienen que abonar 14.000 euros cada uno. Mientras, los vecinos de los cuatro pisos de las dos plantas inferiores solo tienen que desembolsar 4.000 euros cada uno ya que en su caso los daños fueron de menor calado.


Los vecinos llevan dos meses negociando con sus seguros particulares que les adelanten estas cantidades. Sin embargo, las gestiones no han fructificado y hasta ahora no han podido reunir el montante total que les exigen.


Esperaban volver en septiembre


Entre las familias desalojadas está la de Vasile Precup, de origen rumano, que residían en el 3º izquierda. Después de más de año y medio de tensa espera por la negativa inicial del seguro de la comunidad a adelantar el dinero de las obras, empezó a ver por fin luz al final del túnel cuando el pasado mes de diciembre los andamios empezaron a cubrir la fachada del edificio. Comenzó entonces la cuenta atrás para volver a casa, algo que esperaban hacer este próximo mes de septiembre.


Sin embargo, todas sus ilusiones se vinieron abajo cuando a medios de junio le llegó una carta del administrador de fincas informándoles de la suspensión de las obras por falta de dinero.


Vasile Precup ha intentado desde entonces negociar con el seguro que se haga cargo de los 14.000 euros que le corresponden como propietario de una de las viviendas que quedó destruida ya que él está en paro desde hace año y medio y no tiene medios económicos para afrontar este pago. «No sé cómo vamos a conseguir todo el dinero», reconoce.


Cree que si todos los vecinos lograran reunir los 72.000 euros en un mes «como mucho» se podrían acabar los trabajos en las zonas comunes e iniciar ya la reforma interior de los pisos.


Otro problema que se le ha añadido es el pago del alquiler del piso en el que está realojada su familia desde que ocurrió la explosión. «Mi seguro me pagó el alquiler hasta julio porque pensábamos que a estas alturas quizá ya habríamos vuelto a nuestras casas. Pero ahora tendré que reclamar que me siga pagando las mensualidades porque yo no puedo afrontar un alquiler y la hipoteca del otro piso al mismo tiempo», afirma preocupado.