SAN LORENZO

Las peñas quieren recuperar su espíritu

La concejal de fiestas pretende devolver la fiesta al centro, una idea que sería bien recibida tras un año poco blanco y verde.

Gran ambiente peñista
Las peñas quieren recuperar su espíritu
R. GOBANTES

Las peñas oscenses afrontan el último día de las fiestas de San Lorenzo con la duda de si en 2012 todo seguirá igual. Se avecinan cambios que contarían con el beneplácito de los peñistas, que han visto como en los últimos años cambiaba la esencia del espíritu laurentino y peñista.

La gran pregunta es: ¿Será esta su última noche en el recinto del polígono 29 en el que desde hace años se instala su carpa? La duda es razonable, después del compromiso adquirido por la concejal de Fiestas, Gemma Allué, de devolver el ambiente peñista al centro de la ciudad en 2012.

Una promesa que la mayoría de las peñas esperan que se cumpla, ya que aunque este año la afluencia ha sido masiva la mayoría de los días, las entidades recreativas se quejan de que en los últimos años se ha perdido el espíritu laurentino en sus locales y la prueba, dicen, es que muchos días abundaban más las camisetas negras o de colores y los pantalones vaqueros que la tradicional vestimenta verdiblanca y la pañoleta.

Israel Gil, presidente de la peña 10 d'Agosto, asegura estar más que satisfecho con la afluencia de público. «El día 9 y 10 estuvo muy bien, el 11 parecía que iba a ser un día de transición y al final vino mucha gente y el viernes y el sábado no cabía nadie», dijo. Y aunque en la recaudación de la barra se ha notado la crisis, no duda en resaltar que el balance es «mejor» que el de 2010. No obstante, lamenta que el escaso número de peñistas que acude al recinto. «Ayer -por el sábado- parecía más Interpeñas de Zaragoza que Huesca porque casi nadie llevaba pañoleta. La gente de fuera acude masivamente y se lo pasa genial, pero a los oscenses les cuesta bajar hasta allí», dijo.

Mientras, María Pilar Elboj, presidenta de la peña Alegría Laurentina, también coincidió en afirmar que, a su juicio, «este San Lorenzo ha habido mucha más gente en Huesca y el recinto ha funcionado bien. A las dos de la madrugada la carpa ya estaba llena».

De cara a un posible cambio de ubicación en 2012, deja claro que el consistorio aún no les ha comunicado oficialmente sus planes. «Solo esperamos que todas las peñas nos enteremos al mismo tiempo», declara la presidenta de la Laurentina, que considera «sospechoso» que el Jai Alai se haya tenido que trasladar al extrarradio «y el concierto de la federación se hiciera en la plaza de Navarra». Aún así, no se queja de la afluencia de público a los conciertos en el Palacio de Congresos con 1.500 personas en Rosendo, 1.200 en O'Funk'illo, 1.300 en Reincidentes, 2.300 en Carlos Jean y 1.400 con la Orquesta Mondragón. «La gente de la Laurentina es muy fiel», agradece.

Por su parte, Ana Belén Espinosa, presidenta de la Zoiti, se muestra muy satisfecha con la entrada de público. En su caso no han apreciado tanto la falta de ambiente peñista «porque como llevamos nosotros la barra, eso atrae a muchos amigos y conocidos, aunque es cierto que no tiene ni punto de comparación con el ambiente que había en su día en el Matadero o en Martínez de Velasco». Cree que la mejor prueba de que las peñas tienen que volver al centro fue la respuesta al concierto de Inhumanos. «Los oscenses están acostumbrados a tener la fiesta cerca», subraya.

Por último, María Ferrer, presidenta de La Parrilla, corrobora la gran presencia de público en el recinto casi todos los días «aunque la gente que había de blanco y verde era contada y eso hace que el ambiente no sea tan peñista como por ejemplo el día de los Inhumanos en la plaza de Navarra». Además, afirma que esa multitudinaria afluencia no ha repercutido en la caja de las barras «porque la gente no se corta y hace botellón hasta dentro de la carpa». Por todo ello, espera que este haya sido el último año en este espacio.