Más de siete mil peñistas hacen un quiebro a la crisis

Cuando llegan las fiestas de San Lorenzo, pocos recuerdan la crisis, demasiado llenos de emoción como para reparar en gastos. Pese a la que está cayendo, este año las peñas de Huesca tienen más socios que nunca, llegando a superar los 7.000 carnés vendidos. Y eso que la gran familia festiva cuenta con un miembro más, ya que en 2011 se ha sumado también Los 30, que cuenta con su propio abono de toros y el carné vaquillero. Quizá ha favorecido la decisión de mantener los precios para combatir el mal momento económico.

La asociación que más ha aumentado en número de inscripciones ha sido la Alegría Laurentina, que este año superará los 3.400 adscritos. Las razones de este éxito parecen estar bastante claras: «Lo que más nos han pedido han sido carnés juveniles de conciertos, ya que este año la programación tiene mucho atractivo», dijo María Pilar Elboj, presidenta de la peña.

Los que Faltaban y la 10 d'Agosto también han experimentado un incremento, ya que la primera ha pasado las 400 altas y la segunda las más de 800. En ambos casos se han perdido algunos socios juveniles y el mayor reclamo ha sido el de la tradición y el «sentimiento de pertenencia», comentó el presidente de la 10 d'Agosto, Israel Gil. «En nuestro caso, hay algunos que se sienten identificados con nosotros por el camión que montamos en el recinto ferial».

Por otro lado, la Zoiti ha mantenido los socios del año pasado, unos 1.200 según la presidenta, Ana Belén Espinosa, aunque ha vendido más abonos de toros. La Parrilla ha descendido hasta los 900 inscritos, unos 100 menos que el año pasado.

Y en su estreno tras 10 años de parón, Los 30 espera alcanzar los más de 500 socios, con lo que «nos daríamos por satisfechos», según Javier Lasaosa, presidente de la peña. «Los carnés más vendidos han sido los juveniles, casi el 90%», añadió. Además, el mayor reclamo que atrajo a la gente al puesto de la peña en los Porches fueron los regalos -una mochila y una camiseta-, así como «la simpatía que se tiene por Los 30, una peña tradicional y en la que la gente se siente como en casa», apostilló el presidente.

«El abono de toros es lo que peor ha funcionado a causa de la incertidumbre sobre si podríamos ofertarlos». Sin embargo, todavía no saben dónde estarán en el recinto de las peñas, ya que no se les ha asignado un espacio. No es un problema, dice Lasaosa, «iremos donde nos inviten».

Todos estos números y estadísticas se convertirán esta noche en la fiesta personificada, cuando las peñas tomen posesión esta noche de su espacio en el recinto ferial, donde ayer se ultimaban los detalles. La alcaldesa, Ana Alós, y la concejal de Fiestas, Gemma Allué, comprobaron ayer que todo iba según lo previsto, y se ajustaba a la normativa. Mientras paseaban por el lugar, todavía estaban trabajando para dejarlo todo listo y se podía ver a operarios transportando bebidas a las barras. Faltaban por llegar algunas atracciones de feria en el espacio contiguo, aunque estarán todas instaladas antes de esta noche, para llenar de risas las noches oscenses.

Todos de blanco y verde

El Ayuntamiento y las peñas volvieron a hacer un llamamiento a todos los vecinos para que el blanco y el verde sean los protagonistas de la fiestas. Se trata de evitar así el color morado del vino que tiñe a muchos oscenses en la plaza de la catedral. Pero también habrá que cuidar con los huevos, las sandías o incluso el colorante, de moda en 2010.