Una gran ovación recibió a gigantes, cabezudos y caballicos

Junto con los danzantes, la comparsa de gigantes, cabezudos y caballicos de Huesca es el elemento más antiguo de las fiestas de San Lorenzo. Así lo hizo notar ayer el historiador Carlos Garcés ante cientos de personas que abarrotaron la plaza de López Allué para asistir a la presentación de las renovadas figuras.

«Ala!, ¡qué altos! y esos ... ¡qué cabezotas y qué feos!», era la exclamación de Andrea, una niña palentina de seis años que, por primera vez, veía la comparsa de Huesca. Sus primos, con la sabiduría de sus 7 y 8 años y la experiencia de haber corrido delante en otras fiestas, le explicaban que uno se llama 'el agüelo' y 'el señorito', otro... hasta que su madre les pidió silencio para escuchar al presentador que iba dando detalles de la historia de la comparsa y los cambios que ha sufrido a lo largo de sus tres siglos largos de historia.

Acompañados con la música de los Gaiters de Tierra Plana las figuras fueron saliendo al centro de la plaza para interpretar los nuevos bailes creados, como la música en unos talleres sociales que se han celebrado en los últimos meses y en los que han participado los porteadores, un grupo de personas de la comunidad gitana que han puesto todo su interés e ilusión en este proyecto que pretende la puesta en valor la histórica comparsa.

Los caballicos fueron los primeros en danzar y dar a conocer los pasos de 'La trenza', un nombre de dulce evocación en toda la comarca. Sucesivamente gigantes, cabezudos y caballicos fueron interpretando 'San Vicente', 'La campana', 'Zagalicos', 'Las pajaritas' y 'Toque de caballicos', bailes que a partir de ahora llevarán por las calles y plazas de la ciudad durante los días festivos.