TRAS EL PROCESO DE RESTAURACIÓN

Las campanas de la catedral, listas para tocar a solemnidad en la procesión

El toque, que se irá repitiendo a intervalos mientras dure el desfile, se accionará desde un teléfono móvil.

Un turista fotografiaba ayer las campanas recién restauradas en al torre de la catedral.
Las campanas de la catedral, listas para tocar a solemnidad en la procesión
RAFAEL GOBANTES

«El sonido de las campanas expresa los sentimientos del pueblo de Dios, cuando se regocija o cuando llora, cuando alaba o cuando suplica». Así reza una leyenda colocada en la torre campanario de la catedral de Huesca. Y el próximo día 10, 'la Lucía', 'la Paciencia', 'la Prima o del corpus', 'la del Fosal o de Perdidos', 'la Mediana o del Cristo' y 'la Mayor o María' expresarán el júbilo de todos los oscenses por la celebración de la festividad de San Lorenzo, el día grande de la ciudad.


Las seis campanas volverán a sonar y a voltear como no hacían hace unos cincuenta años. El largo y preciso trabajo de restauración realizado ha permitido que recobren la sonoridad y el movimiento que tuvieron antaño y que se podrá volver a escuchar la mañana de San Lorenzo. Será el estreno o inauguración oficial.


Julio Va, administrador del cabildo catedralicio, explicó ayer que está previsto que las campanas empiecen a sonar cuando la procesión de San Lorenzo, que parte de su basílica, alcance el territorio de la catedral. Harán el toque de solemnidad, que tiene una duración de unos cinco minutos aproximadamente y se irá repitiendo a intervalos regulares mientras recoge al cabildo catedral. Al mismo tiempo voltearán con alegría. Se hará una pausa mientras la procesión visita el ayuntamiento y el toque volverá a sonar con júbilo cuando la procesión descienda por el casco antiguo camino de nuevo a la iglesia de San Lorenzo para celebrar la misa mayor.


No hará falta que una persona esté en lo alto de la torre para hacer sonar y bandear las campanas, ya que se puedan accionar desde cualquier distancia a través de un sms enviado desde el teléfono móvil. El propio administrador, el deán y la sacristana disponen de esta aplicación en sus celulares.