BALONMANO

Una paliza física para empezar

El BM Huesca empieza a carburar con una doble sesión de entrenamiento. Los jugadores regresan con los deberes hechos.

Nolasco se dirige a la plantilla en el primer entrenamiento vespertino de la temporada.
Una paliza física para empezar
JAVIER BLASCO

La primera paliza física del BM Huesca sirvió para que Francisco Nolasco diera un brochazo con trazo grueso a su plantilla tras el primer día de trabajo. Lo mejor: que «todos han llegado con los deberes hechos», y que, lógicamente «queda mucho por hacer». El hecho de que el equipo se sostenga sobre la columna vertebral del equipo que consiguió el ascenso se traduce en un inicio más rodado. Conocerse es fundamental para poner pronto velocidad de crucero al equipo.


Los jugadores tuvieron sesión de pesas por la mañana y ya por la tarde fue la primera toma de contacto con la bola. El técnico entiende el balón como la herramienta de trabajo y desde el primer día lo pone a circular.


Las nuevas incorporaciones muestran sus gotitas de calidad que explican el por qué de sus fichajes. Saubich dejó destellos de su clase y se antoja que pronto hará olvidar a Rodrigo. El extremo tiene una fuerza descomunal y hasta el impresionante Pesic -brazos como grúas- se las vio ya las deseó en más de una ocasión para frenarle. En el extremo derecho también sorprendió Lucas Abadía. Sus dos años en el juvenil del Barcelona le han dejado un quiebro y una velocidad de brazo envidiable por lo que se presume un refuerzo de lujo para el equipo de Segunda Nacional. De las nuevas incorporaciones, el pivote Víctor Tremps tiene un cierto aire a Bakaitis, quien fuera pivote del BM Huesca, y se presume que el resto de fichajes aportarán ese salto cualitativo necesario para competir en la Asobal.


El lateral Carlos Grau, que debutó a los 16 años en la máxima competición nacional, confiesa que llega «con la misma ilusión» que por aquél entonces y se mostró convencido de que hasta el octavo puesto de la Asobal, el BM Huesca tiene que estar en condiciones de pelearlo.


El jugador de Benidorm fue otro de los héroes del ascenso. Robó dos bolas ante su ex equipo cuando el partido expiraba y con las fuerzas muy justitas que dieron vida al Obearagón Huesca. Ni que decir tiene que la nueva temporada va a ser durísima, y Grau tiene claro que «la afición, acostumbrada a ver ganar casi todos los partidos en casa, tiene que saber que este año va a ser muy complicado». Respecto a las nuevas incorporaciones al equipo, Grau señala que lo importante es que la directiva ha mantenido casi todo el bloque del año pasado apuntalado por buenos jugadores, que hora tendrán que adaptarse «a nuestro estilo de juego».