Se llevan el trabajo a casa

Lejos quedan las imponentes montañas del Valle de Benasque. La Sociedad Deportiva Huesca retornó ayer a su espacio natural y volvió a entrenarse tras las dos jornadas de descanso decretadas por el cuerpo técnico. En el horizonte, una semana corta pero intensa, con tres amistosos. El primero, esta tarde en Sabiñánigo (19.00); el viernes aguarda el Grañén y el sábado el Villarreal B en El Alcoraz. Los de Ángel Royo ya han comenzado a consumir la cuenta atrás hacia el debut en la liga mientras se termina de completar la plantilla y se resuelve la salida (o no) de Gilvan.

Para no perder la costumbre, los futbolistas encararon una doble jornada en el remozado campo del Instituto Montearagón. La resaca física del 'stage' de Benasque había dejado algunos damnificados. Los ya conocidos casos de David Bauzá y Óscar Vega y el del propio brasileño o Marcos. Si el primero de ellos sigue recuperándose de su grave lesión y se estima que recibirá el alta el próximo mes para poder ir adecuándose a su estado de forma habitual, esta semana se consumirán los 15 días de plazo que los servicios médicos estimaron para que el navarro realizase labores al margen del grupo.

Además, Royo va introduciendo a ambos de una manera cada vez más firme en los ejercicios aunque por razones obvias no puedan completarlos. Ayer por la mañana ambos formaron parte durante unos minutos de los dos equipos que se enfrentaron en el partidillo que cerró la sesión, y por la tarde Bauzá fue uno más en la primera parte de los ejercicios. Gilvan parece haber superado las dolencias que le impidieron jugar en Graus y completó el entrenamiento vespertino. En el matinal, realizó varios minutos de carrera continua y estiramientos como prevención de males mayores.

El extremo zurdo convive estos días con la incertidumbre sobre su futuro, parece que cerca del Hércules aunque siga habiendo mensajes contradictorios entre los protagonistas. La banda izquierda azulgrana aparece como necesitada de refuerzos con independencia de lo que suceda con el dorsal '14'. Por su parte, Marcos trabajó sin problemas.

Al margen de estas situaciones, Royo anunció que durante estos tres amistosos ensayaría un nuevo esquema táctico. En el Montearagón estableció unos posibles parámetros. En uno de los equipos, Garcés, Corona, Ochoa y Marcos fueron los defensas con Lucas y Molina en el doble pivote, Javi Martínez y Vázquez en las alas y Roberto y Valentino arriba (4-4-2). En el otro se vio un atisbo de 4-3-3 y trivote en el centro del campo con Helguera, Sorribas y Sastre. Rafel, Ekhi, Josetxo y Lukic atrás compartieron objetivos con Camacho, Gilvan y Tariq arriba. Aguarda hoy el Sabiñánigo, que emprende un nuevo e ilusionante reto en Tercera a las órdenes del exjugador Dani Aso, que cuenta como ayudante con Uco, que también ha colgado las botas. El encuentro se ha convertido en un clásico de los veranos.