Cuando las costuras de los clubes profesionales revientan por la sencilla razón de que fichan muy por encima de sus posibilidades es de agradecer declaraciones como la que hizo ayer Miguel Alberto Montañana como nuevo jugador del Lobe Huesca. Será su segunda etapa en la capital altoaragonesa y ha fichado por dos sencillas razones: la seriedad del club y la cercanía a su Valencia natal. El Lobe se garantiza un 5 de buen juego y con predicamento en una afición, quizá un tanto desangelada por la marcha de Johnson a la liga argentina. La grada guarda con agrado en su retina el juego de 'Monty' en su anterior paso defendiendo el verde del Peñas en el Palacio de los Deportes.

'Monty' reconoció que para esta temporada 2011/12 tenía sobre la mesa varias ofertas. Más de un club pujó por hacerse con los servicios de un pivot fuerte, que pelea todas las bolas. Por si hubiera alguna duda se definió como «un jugador regular y luchador nato». Con esos mimbres no es de extrañar que más de un club lo quisiera. Pero con su bagaje no está para experimentos. «Es arriesgado ir a clubes donde no sabes cómo funcionan y creo que me deben dinero en muchos donde he estado», dijo. Por eso el jugador valenciano espera que cada vez exista una mayor conciencia de que es necesario hacer bien las cosas, aunque «hay equipos que deben y siguen fichando». Y con la misma rotundidad que habló sobre el por qué de su fichaje por el Peñas reconoció que la propuesta de juego de Navarro/Seoane no es la que más caracteriza a su perfil, «pero la pretemporada está para eso, para adaptarse a lo que los entrenadores quieren», afirmó.

La plantilla que está armando el Lobe Huesca es de su agrado. Conoce a Jan Orfila, no a Nasarre y ya se enfrentó la pasada temporada a Óscar Herrero. El grupo se quiere ir conformando para empezar con 12 jugadores la pretemporada, prevista para el próximo lunes 22.

La nueva singladura del Peñas por la LEB Oro no será sencilla. Montañana así lo avisó: «La segunda temporada suele ser más difícil que la primera». Sus palabras no sonaron a luces rojas, aunque teniendo en cuenta que el Lobe Huesca salvó la campaña en un partido agónico contra el Lleida en la capital ilerdense se entiende más si cabe la apuesta del Peñas por armar el equipo justo por donde se desangró en la campaña anterior: bajo aros.