La plaza de Concepción Arenal, en el centro de Huesca, volvió ayer a ser el eje de la actividad comercial con los tradicionales puestos de flores y plantas y la segunda edición del mercado agroecológico, que convocó a mayor número de participantes que en su estreno, hace quince días, y mantuvo el nivel de ventas. Los agricultores y productores de hortalizas, frutas y pan seguirán durante el verano en este emplazamiento, pero en otoño, las paradas podrían trasladarse a la plaza de Luis López Allué, coincidiendo con el inicio de las obras de construcción del nuevo aparcamiento subterráneo en las cercanías de Concepción Arenal, lo que reducirá el espacio para estacionar.

El sindicato UAGA, organizador del mercado, y los responsables municipales de Comercio abordarán en septiembre la conveniencia de cambiar de ubicación así como la de establecer la periodicidad de esta actividad, que de momento será cada dos semanas. Ana Acín, concejal de Comercio, comentó que «la experiencia ha sido, de nuevo, muy positiva», por lo que su continuidad parece clara. «Si el número de participantes va en aumento y empiezan las obras del parquin tendremos que decidir, junto con los productores, si cambian de lugar», comentó Acín. La plaza de López Allué, también conocida como del Mercado, se plantea como alternativa.

Nueve paradas

Ayer fueron nueve los puestos instalados para la venta, tres más que en la primera edición del mercado agroecológico. El público, a pesar de que la cita se pregonó menos que la anterior, acudió durante toda la mañana. Al contrario que el primer día, no se produjeron aglomeraciones, pero hacia las 11.00 se formaron largas colas en paradas como la del pan.

La Panadería y Molino Ecológico, de Leciñena, cerró antes que el resto porque agotó existencias, como ocurrió en la primera jornada. Los albaricoques de Garrapinillos, cuyos vendedores con sombreros rojos pusieron de nuevo la nota de color en el mercado, repitieron éxito, lo mismo que las frutas y hortalizas del Ecohuerto, de Albero Bajo, y de los productores llegados desde las Cinco Villas, Monegros y el Bajo Cinca.

El público volvió a llenar sus cestos y carros con patatas, pepinos, calabacines, cebollas, zanahorias y, sobre todo, con tomates, uno de los productos estrella del mercado. El goteo de personas fue continuo y no para mirar sino para comprar, según reconocieron los productores, con un nivel de ventas similar a la cita de hace dos semanas. «La gente está en la calle y vemos que esta actividad no solapa al comercio sino que lo complementa», afirmó la concejal Ana Acín.

Aprender a vender

Entre quienes ayer acudieron a la plaza de Concepción Arenal estaban los alumnos del taller de empleo La Gabarda, de Alberuela de Tubo, que durante este año han aprendido a cultivar verduras y hortalizas siguiendo las pautas ecológicas, es decir respetando los calendarios de la naturaleza. José Manuel Penella, secretario regional de UAGA, comentó que «los alumnos de taller han podido desarrollar una experiencia completa, desde el cultivo hasta la venta del producto, comprobando que esta actividad tiene una salida laboral».

Penella apuntó asimismo que el mercado seguirá en esta plaza durante el verano, ya que la de López Allué, sin sombras, se pensó que no sería conveniente para estas fechas. «En septiembre nos volveremos a reunir con los productores y el Ayuntamiento de Huesca para hacer balance y valorar un traslado», señaló Penella.

De momento, el día 4 de agosto habrá mercado envuelto ya con aromas de albahaca.