MARATÓN REDOLADA DE GRAÑÉN

Monegros desde Alcubierre

Alrededor de 40 'bikers' tomaron parte de la primera edición de esta prueba de 129 kilómetros, endurecida en algunos puntos por el barro, y que coronó los puntos más altos de la sierra de Alcubierre. Su primer campeón, Rubén Torres.

Esfuerzo en pleno ascenso de uno de los puertos.
Monegros desde Alcubierre
PATRICIA PUéRTOLAS

A pesar de la previsión de lluvia y el barro acumulado en algunos tramos del recorrido, alrededor de 40 ciclistas pusieron ayer a prueba la fortaleza de sus piernas enfrentándose a los 129 kilómetros de la 'I Maratón Redolada de Grañén'. Monegros, una vez más, fue escenario de una prueba con la bicicleta de montaña como denominador común de los deportistas.


La prueba, organizada por el club ciclista de la localidad, coronó los puntos más altos de la sierra de Alcubierre: Santa Quiteria (Tardienta), Santa Elena (Torralba de Aragón), Magallón (Leciñena) o San Caprasio (Alcubierre). En este último caso, se trata del lugar de mayor altitud de toda la comarca de Los Monegros y se sitúa a 834 metros. La dureza del itinerario, que comenzó a las 8.00, e, incluso, la coincidencia con el desarrollo de otras pruebas pudo restar algo de participación. No obstante, los organizadores se mostraron «satisfechos» al tratarse de la primera edición e insistieron en el atractivo de la propuesta, especialmente, para los incondicionales de este deporte. Así, formaron parte del pelotón corredores de Sariñena, Sena, Tardienta, Torralba, Ontiñena, Fraga, Barbastro, Huesca o Zaragoza. Antes del desarrollo de los 20 primeros kilómetros, el grupo se fragmentó, especialmente, al llegar el ascenso a la ermita de Santa Quiteria, que obligó a un gran número de los participantes a bajarse de la bicicleta y superarlo a pie. En cada uno de los puntos de ascenso, los corredores, aún con sobrealiento, pudieron disfrutar de unas vistas excelentes y, afortunadamente, el sol fue ganando protagonismo conforme avanzó la carrera. En total, se colocaron cinco puntos de avituallamiento y al finalizar, se desarrolló la correspondiente entrega de premios, sorteo de regalos y una comida popular.


Desde su concepción, el objetivo de la maratón, que contó con el apoyo de un importante número de colectivos y establecimientos del territorio, ha sido «fomentar el ciclismo, crear una prueba atractiva en el municipio y propiciar la convivencia entre los participantes», tal y como apuntó José Antonio Escartín, presidente del Club Ciclista de Grañén. «Solemos salir habitualmente a otras pruebas aragonesas e, incluso, a las que se organizan en comunidades cercanas y nos gustaba la idea de desarrollar una carrera similar en nuestro pueblo con el objetivo de que llegue a convertirse en un referente y de vida a la propia localidad», añadió Escartín.