URBANISMO

Castillonroy planea un golf y 300 casas mientras otros campos siguen parados

Un campo de golf de 9 hoyos, una zona de ocio y alrededor de cien viviendas pueden comenzar a construirse, en próximas fechas, en la localidad literana.

Un campo de golf de 9 hoyos, un hotel, una zona de ocio y un centenar de viviendas conforman la primera fase del proyecto que las empresas Hotel Vall de Ruda y Eurocofin pretenden desarrollar en Castillonroy. Tras años de espera, el Ayuntamiento, con el que firmaron un acuerdo en septiembre, confía en que en pocos meses los promotores puedan empezar a trabajar en el desarrollo urbanístico de 100 de las 1.500 hectáreas que compraron en su día y que, de materializarse, podría crear unos 50 puestos de trabajo en la zona. Si se completara el proyecto, se alcanzarían las 300 viviendas.


Según explicó Antonio Fondevila (PAR), alcalde de este municipio literano de apenas 400 vecinos, esta iniciativa está incluida en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que tramita el Consistorio y que está a la espera de recibir el visto bueno del Inaga, antes de ser aprobado por la Comisión Provincial de Ordenación del Territorio. Fondevila calcula que podría ser «antes del verano», ya que confían en que la DGA «no ponga muchas trabas». Entonces, las empresas podrán empezar a elaborar el plan parcial y tendrán que pagar los primeros 300.000 euros de los 900.000 que se han comprometido a abonar al Ayuntamiento en concepto de plusvalías, además de las cesiones de suelo obligatorias.


La urbanización y el resto de infraestructuras se ubicarían entre el canal de La Piñana y el poblado de Santa Ana, a unos 3 kilómetros del casco urbano, y parte de las viviendas estarían destinadas a los propios trabajadores del complejo.


El objetivo es revitalizar la zona con este proyecto, que según el alcalde cuenta con el favor de los vecinos y es «respetuoso con el medio ambiente, ya que se desarrollará sobre terrenos de cultivo de secano y está dimensionado».


Varias iniciativas paralizadas


Y mientras esta iniciativa se afianza, otras similares previstas en la provincia siguen paralizadas desde el estallido de la crisis inmobiliaria. En Biescas, por ejemplo, los terrenos en los que Nyesa planeó un golf y 205 viviendas acabaron en manos de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), en graves apuros en los últimos días.


Mientras, en Sabiñánigo, los dos proyectos en Baranguá y Castillo de Lerés siguen aparcados, y sus promotores no han dado ningún paso adelante, aunque tampoco han comunicado al Ayuntamiento que desistan. Distinto fue el caso del Consistorio de Canal de Berdún, que renunció en 2009 a otra iniciativa privada para un campo de golf y 1.350 casas «por las trabas del Gobierno de Aragón».